Así, Steven Andrew, Gestor del Fondo M&G Income Allocation Fund, se concentra en comprar activos al precio adecuado, en base a una cuidadosa evaluación de las valoraciones en el contexto actual, y se declara "no anti-análisis, más bien anti-predicciones". Para este experto es clave comprender cómo afectan las emociones humanas a la decisiones de los […]
Dirigentes Digital
| 20 feb 2015
Por ejemplo, señala, cuando Estados Unidos se asomó al "precipicio fiscal" parecía que el mundo iba a acabar, pero no fue así; algo parecido ha sucedido con Rusia y la crisis de Ucrania… Son eventos que afectan al mercado a corto plazo, pero no varían la visión de largo.
A la hora de generar niveles sostenibles de renta para asegurar un futuro financiero "cómodo", Andrew cree que hay dos elementos clave: intentar lograr el crecimiento del capital (invertir en activos generadores de ingresos, como las acciones con dividendo y bonos que reparten cupones) y perseguir un objetivo de distribución por ingresos "deliberadamente conservador".
Con todo, reconoce que los fondos "a la caza" de retornos elevados podrían tener que verse obligados a invertir en áreas de mayor riesgo, en un entorno, advierte, "volátil" y de "baja rentabilidad" (el valor principalmente se concentra en la renta variable). Ahora bien, considera que la clave para navegar en estas "aguas revueltas" será mantener una cartera diversificada de activos con valoraciones atractivas por derecho propio. Asimismo, cree que limitar la inversión a activos con buenas perspectivas fundamentales a medio plazo, será más fácil tolerar los embates del mercado.
Por su parte, Daniel White, Gestor del fondo M&G North American Value Fund, opta por un enfoque de inversión que se apoya en cuatro "patas" principales: valoración (ratio precio/beneficio), fortaleza financiera (balance sólido y caja neta), durabilidad del negocio y gestión de calidad.
En concreto, selecciona compañías de su "universo de inversión" que están situadas en el cuartil inferior según el precio/valor contable ajustado; en un proceso que se lleva a cabo sector por sector, con el objetivo de que una industrias no tengan más peso que otras en la cartera.
Finalmente, a la hora de construir un portfolio, White afirma que es importante que el perfil de riesgo y rentabilidad del mismo procedan de una amplía gama de compañías, y no de un único valor o sector que le guste mucho al gestor (o al inversor).