El Banco de España augura que la crisis política en Cataluña afecte al desarrollo del PIB estatal. Tras plantearse dos posibles escenarios a futuro, estima que podría restar entre un 0,3% y un 2’5% entre finales de 2017 y 2019, en caso de que la situación no remita. El informe sobre estabilidad financiera publicado este […]
Dirigentes Digital
| 02 nov 2017
El Banco de España augura que la crisis política en Cataluña afecte al desarrollo del PIB estatal. Tras plantearse dos posibles escenarios a futuro, estima que podría restar entre un 0,3% y un 2’5% entre finales de 2017 y 2019, en caso de que la situación no remita. El informe sobre estabilidad financiera publicado este jueves por el regulador bancario señala que la economía española podría dejar de ganar entre 3.300 millones y 27.000 millones de euros, dependiendo de la duración de la crisis catalana. En el primer escenario planteado por el Banco de España, se habla de un “tensionamiento transitorio y acotado de la incertidumbre”. Esta hipótesis se traduce en una pérdida acumulada de PIB hasta finales de 2019 de tres décimas, debido a un menor crecimiento entre finales de 2017 y principios de 2018. El segundo escenario, de “tensionamiento más severo y prolongado”, supone que la economía estatal se reduciría en términos acumulados algo más de 2,5 puntos porcentuales entre 2017 y 2019. En este caso, el crecimiento previsto para los próximos dos años podría recortarse en un 60% y se produciría una recesión de la economía catalana.
El Banco de España asegura que la crisis política en Cataluña ya se ha hecho notar en la volatilidad de los mercados bursátiles, a pesar de que reconoce que tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, ha existido “una cierta moderación en el grado de tensionamiento implícito en los precios de los activos financieros”.
La institución monetaria prevé que, si continúa la tensión, pueda llegar a afectar “a las decisiones de consumo, inversión y financiación de los agentes económicos, con efectos potencialmente significativos sobre el crecimiento económico y la estabilidad financiera”.
También augura que el turismo podría resentirse y que las empresas podrían optar por retrasar sus contrataciones y la inversión en nuevos proyectos, una posibilidad que el Banco de España considera que podría darse también en las inversiones desde el exterior.