El impacto del desarrollo tecnológico en nuestras vidas se ha acelerado en los últimos años. La velocidad de generación y gestión de datos se ha multiplicado, abriendo un horizonte global de aprovechamiento de los mismos para un mejor servicio que favorezca tanto a quien lo presta como a quien lo recibe. En el caso de […]
Dirigentes Digital
| 19 ene 2018
El impacto del desarrollo tecnológico en nuestras vidas se ha acelerado en los últimos años. La velocidad de generación y gestión de datos se ha multiplicado, abriendo un horizonte global de aprovechamiento de los mismos para un mejor servicio que favorezca tanto a quien lo presta como a quien lo recibe. En el caso de la movilidad, las posibilidades que estos cambios ofrecen se encuentran en una fase incipiente pero en la que empezamos a percibir tanto las oportunidades como los retos que se avecinan. La digitalización de procesos y el llamado coche conectado -aquel del que podemos obtener información estructurada- nos sitúan ante un umbral en el que el vehículo -con la autonomía en el horizonte- se puede percibir, a estos efectos, como un ordenador con ruedas, con todo lo que ello implica y en el que los cambios de hábitos sociales apuntan a la sustitución del concepto “bien poseído” por el de “parte de la cadena de movilidad”. Estos elementos constituyen la base desde la que conformar un nuevo paradigma en el que, a través de la recopilación de los datos que el vehículo genera, podemos actuar en ámbitos tan importantes como la seguridad, la prevención o la logística. Una gestión y monetización de datos en el sector de la automoción sobre la que las grandes empresas tecnológicas ya han mostrado su interés. En línea con los actuales desarrollos, cuantos más elementos de control que actúen sobre su comportamiento y el de su conductor tenga un vehículo, más parámetros se podrán obtener y analizar. Es lo que llamamos “sensorización”, que permite acceder a la información para conocer, tanto desde el exterior como desde el interior del automóvil, el estado de los distintos módulos que lo componen. El objetivo es realizar una correcta gestión de todos los datos que se generan para tomar decisiones. En Grupo NEXT estamos recogiendo eventos -parámetros- del vehículo cada 3 segundos. Si un vehículo circula una media de 2 horas al día (aunque la información que se puede producir cuando no está en marcha también es relevante) estaríamos recopilando 2.400 mensajes diarios. Una enorme cantidad de información que vinculada solo a las necesidades de consumo y mantenimiento de un coche particular, nos sitúan ante un mercado potencial de más de 60.000 millones de euros. Apetitoso para las empresas pero también para los consumidores: anticipar, por ejemplo, revisiones o cambios de componentes cuando realmente sean necesarios de manera automática por el propio sistema y conectar con la infraestructura necesaria para su resolución puede suponer un importante ahorro de tiempo y dinero además de un elemento añadido de seguridad. Este es solo uno de los ámbitos directos de acción. Piense en todas las acciones que realiza al volante de manera individual y multiplíquelas por cada uno de los conductores que le acompañan en la carretera a diario. Un mar de datos que transforma la manera de relacionarnos con nuestro vehículo y en el que los nuevos desarrollos permitirán una toma de decisiones más eficiente. ¿Preparado para el presente? Javier Goikoetxea, fundador y CEO de Grupo NEXT