La cercanía del fin se ha mencionado con frecuencia en los últimos meses, afirma, prominentes gestores de inversión han lanzado señales de alarma. Stanley Druckenmiller, George Soros, Ray Dalio, Jeremy Grantham, entre otros, advierten que, lo que Gross llama "superciclo de inversión de 35 años" (fecha su comienzo en 1981, cuando el Dow Jones estaba […]
Dirigentes Digital
| 05 may 2015
La cercanía del fin se ha mencionado con frecuencia en los últimos meses, afirma, prominentes gestores de inversión han lanzado señales de alarma. Stanley Druckenmiller, George Soros, Ray Dalio, Jeremy Grantham, entre otros, advierten que, lo que Gross llama "superciclo de inversión de 35 años" (fecha su comienzo en 1981, cuando el Dow Jones estaba en 900 puntos) podría estar "agotado".
Reconoce que "no hablan necesariamente de liquidar activos por dinero en efectivo, pero si de bajos rendimientos futuros y de las crecientes posibilidades de que se produzca una explosión en el futuro". Mientras tanto, contrapone, los políticos y los alcistas se refieren a la posibilidad de una "normalización" (vuelta a crecimientos e inflación del 2% en los mercados desarrollados) que, inicialmente no será positivo para los bonos, pero si fortuito para empleos, beneficios y mercados de renta variable de todo el mundo.
"Su ‘nueva normalidad’ depende de la idea carente de sentido común que afirma que una crisis de deuda se cura con más y más deuda", afirma. En su opinión, el camino de la economía global, que sigue apalancada en lugar de haberse desapalancado, hacia el crecimiento sigue "bloqueado", pues el estancamiento secular, resultado del envejecimiento demográfico, la elevada deuda/PIB y el desplazamiento de la mano de obra por la tecnología, parecen impedir la mejora real y continuarán haciéndolo.
Las tres economías más fuertes del planeta (Alemania, Estados Unidos y Reino Unido) apenas han experimentado un crecimiento del 2%, o menos, desde la quiebra de Lehman Brothers. Por ello, se pregunta si miles de millones de dólares en estímulos monetarios no han tenido éxito ni allí ni en Japón en estos últimos cinco años, ¿por qué deberíamos creer que Mario Draghi, su BCE y la Zona Euro les pasará algo distinto?
"Debido a este raquítico crecimiento, los tipos de interés con base cero y nuestra dificultad para escapar de la crisis de deuda en curso, el ‘sentimiento de un final’ no podría ser más claro para los mercados de activos", afirma. Eso sí, el mercado alcista secular terminará "con un quejido, no con una explosión".
"¿Dónde pueden ir las rentabilidades negativas del mercado de bonos de la Zona Euro cuando llegue, por ejemplo, a -25 puntos básicos? ¿A -50? Tal vez, pero luego, en algún momento, el sentido común se dará cuenta de que los ahorradores ya no estarán dispuestos a intercambiar efectivo por bonos y la inversión se marchitará".
Entonces, ¿qué debe hacer un inversor racional? "Una cartera sin restricciones y un modo de pensar sin restricciones vienen muy bien" en este contexto, en opinión de Gross. "El gestor de éxito de los próximos 35 años será aquel que se centre en la posibilidad de retornos periódicos negativos y en ratios Sharpe minúsculos, empleando opciones defensivas que puedan ser ligeramente apalancadas para exceder el efectivo".