A pesar de las señales que indican una leve recuperación en la economía global, Brasil continúa cayendo en picado con el deterioro de sus índices macroeconómicos. El informe oficial más reciente, publicado el lunes, indica que su PIB se contrajo un 3,6% en 2016.
Sumando esa cifra a la de 2015 (cuando la economía cayó un 3,8%), el resultado es una caída acumulada del 7,4% para el bienio 2015-2016, de acuerdo con los datos publicados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Ese desempeño sitúa a Brasil algunos puestos por debajo de Nigeria (que tuvo una caída del 1,5% en su PIB) y de Rusia (que se contrajo 0,2%), de acuerdo con una comparación realizada por el diario Folha de S.Paulo con base en datos de Bloomberg.
La pérdida
“La caída de 2016 es producto de la retracción de un 3,1% del valor agregado a precios básicos y de la reducción del 6,4% en los impuestos sobre productos líquidos de subsidios”, explica el organismo en un comunicado oficial. Es la primera vez en la serie histórica que se registra una caída sucesiva, dijo por su parte la coordinadora del estudio, Rebeca Palis, en la conferencia en la que presentó los datos a la prensa.
La funcionaria dijo que el resultado de estos dos años anula todo lo que Brasil había logrado desde 2010. “Es como si desde aquel período hubiéramos perdido todo el crecimiento”, subrayó. En 2010, la economía brasileña llegó a expandirse un 7%. Desde entonces, los resultados no han dejado de caer, al mismo tiempo que se agudizaba la crisis financiera global y llegaba a su fin el ciclo de las materias primas. Con los nuevos números, la economía del país ya acumula ocho trimestres seguidos de desaceleración.
Caída total
“En 2008 y 2009 hubo retrocesos trimestrales, pero uno u otro sector todavía presentaba resultados positivos. Ahora, el resultado negativo está en toda la economía, algo muy pocas veces visto”, dijo la analista del IBGE.
En cuanto a sectores, el más afectado en 2016 ha sido el de la agricultura, que tuvo un retroceso anual del 6,6%. La industria se contrajo un 3,8% y el sector servicios un 2,7%, de acuerdo con la publicación del Gobierno.
Al traducir esos porcentajes a volúmenes, el montante de la riqueza brasileña llega a cerca de 2,2 billones de dólares después de la última contracción del 3,6%, al tiempo que la tasa de inversión en el período fue del 16,4% y la tasa de ahorro bajó al 13,9%. En 2015, esos indicadores habían sido de 18,1% y 14,4%, respectivamente.