El comisario consideró esencial recuperar la confianza de los consumidores para mantener la estabilidad del sistema financiero europeo a largo plazo. Por ello la Comisión ha presentado una reforma legislativa para garantizar los depósitos de los ciudadanos en toda la zona euro, en tres fases que se completarían en 2024. El objetivo es que sea […]
Dirigentes Digital
| 24 nov 2015
El comisario consideró esencial recuperar la confianza de los consumidores para mantener la estabilidad del sistema financiero europeo a largo plazo. Por ello la Comisión ha presentado una reforma legislativa para garantizar los depósitos de los ciudadanos en toda la zona euro, en tres fases que se completarían en 2024. El objetivo es que sea obligatorio para los Estados miembros de la zona euro, cuyos bancos están cubiertos actualmente por el Mecanismo Único de Supervisión, aunque se abrirá a otros Estados de la UE que deseen adherirse a la unión bancaria.
El objetivo es reforzar la protección de los depósitos y reducir aún más los riesgos bancarios. "La crisis reveló la debilidad de la arquitectura general de la moneda única. Desde entonces, hemos establecido un supervisor único y una autoridad única de resolución. Ahora tenemos que tomar medidas encaminadas a la adopción de un sistema único de garantía de depósitos. Al hacerlo paso a paso, tenemos que garantizar que la reducción del riesgo vaya de la mano de la distribución de riesgos" señaló el comisario.
El sistema europeo incluirá medidas para gestionar los riesgos de forma prudente a partir de incentivos a los sistemas nacionales, con garantías frente al "riesgo moral y el uso inadecuado". Sólo se podrá acceder al sistema europeo de garantía de depósitos si se cumple plenamente la legislación europea.
Prevé construirse sobre el sistema actual (basado en sistemas nacionales de garantía de depósitos creados de acuerdo con las normas europeas) y sobre el mismo nivel de protección para los consumidores de 100 000 euros. Se nutrirá de contribuciones de los bancos, que se serán directamente proporcionales al riesgo que suponga la entidad. Los bancos con más riesgos harán por lo tanto aportaciones mayores. El sistema propondrá medidas para reducir los riesgos, para garantizar que los riesgos tanto de bancos como de depositantes estén lo suficientemente diversificadas.
La primera fase consistiría en un reaseguro de los sistemas nacionales de garantía de depósitos. Estaría vigente hasta el año 2020 y supondría que los sistemas nacionales de garantías de depósitos sólo podrán acudir al europeo cuando hayan agotado sus fondos propios y siempre que se ajusten a las normativas comunitarias. Todo uso del fondo europeo estará vigilado para evitar cualquier tipo de fraude. En esta primera etapa, se pretende debilitar el vínculo y sus deudas soberanas.
La segunda fase llegaría tres años después pasando a un régimen de coaseguro, en el que la contribución del sistema europeo de garantía de depósitos aumentará progresivamente con el tiempo. Es en esta etapa cuando se prevé consolidar la garantía de que todos los depósitos minoristas de la Unión Bancaria tienen el mismo nivel de protección, de forma que los sistemas nacionales no tendrían que haber agotado sus fondos para poder acceder al sistema europeo. Este último contribuiría a una parte de los costes que haya que reembolsar a los depositantes, empezando por un 20%, que se iría ampliando gradualmente.
El sistema europeo estaría completo para 2024.
En la última fase el seguro sería pleno. "Al incrementar gradualmente la cuota de riesgo que el sistema europeo de garantía de depósitos asume al 100%, dicho sistema aseguraría plenamente los sistemas nacionales de garantía de depósitos a partir de 2024. Ese será el año en que se habrán introducido plenamente el Fondo Único de Resolución y los requisitos de la actual Directiva sobre el sistema de garantía de depósitos", señala la propuesta.