Los demócratas llegaban a la noche electoral con una mayoría en el Senado de 53 sobre 45 asientos, con el apoyo habitual de dos independientes. Este martes se han renovado 36 escaños, (15 republicanos y 21 demócratas). Los republicanos solo necesitaban seis para recuperar la mayoría que perdieron en 2006; han superado la cifra.
Entre los estados conquistados por los republicanos se encuentran Virginia Occidental, Montana, Dakota del Sur, Arkansas, Colorado, Iowa y Carolina del Norte, uno de los estados más disputados. Las palabras de Barack Obama fueron proféticas: "si perdemos Carolina del Norte, perdemos el Senado. Y si perdemos el Senado, los Republicanos marcarán la agenda".
La victoria de los republicanos pondrá un nuevo líder al frente del Senado, se trata del republicano Mitch McConnell, reelegido en Kentucky. Sustituirá a la demócrata Alison Lundergan Grimes. McConnell se unirá al también republicano, John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, como principales interlocutores del Congreso ante el presidente de los Estados Unidos.
Hay estados en donde todavía el resultado está pendiente. Es el caso del estado de Luisiana, donde habrá una segunda vuelta en diciembre que enfrentará a la senadora demócrata Mary Landrieu contra el republicano Bill Cassidy. Entonces se decidirá si este estado sigue del lado de los demócratas; los analistas políticos prevén una nueva derrota.
Los senadores se eligen por un periodo de seis años, lo que significa que los congresistas elegidos ocuparán su puesto hasta el final del primer mandato del próximo presidente.
Tras perder el control de Senado, al presidente de los Estados Unidos, quien mantiene el poder de vetar las leyes aprobadas por el congreso, no le queda otra alternativa que gobernar por decreto. Por esta razón, se espera que durante sus últimos dos años de mandato se acentúe la parálisis legislativa del Congreso que comenzó con la pérdida de la Cámara de Representantes hace cuatro años. Aun así, Obama buscará llegar un acuerdo en materias como comercio e infraestructuras, aunque en asuntos como el cambio climático o la reforma migratoria tendrá que seguir tomando la iniciativa por su cuenta. El presidente ha invitado a los líderes de ambas cámaras del congreso, demócratas y republicanos, a una reunión post-electoral este viernes.
En las urnas también se decidía la configuración de la nueva Cámara de Representantes, en la que los republicanos tenían mayoría de 234 frente a los 201 asientos que estaban en manos demócratas. En total se renovaban los 435 escaños. Nadie dudaba que los republicanos mantendrían el control de la Cámara. Tras las elecciones de ayer, han aumentado este control.
Además, se han elegido gobernadores en treinta y seis estados, además de otros cargos administrativos y locales. Finalmente se ha votado sobre más de 200 proposiciones en los diferentes estados, entre las más destacadas, la legalización de la marihuana o la venta de armas.