Valencia ha sido testigo por primera vez de una junta de accionistas de CaixaBank, tras su traslado desde Cataluña por la incertidumbre política. Los accionistas han dado el visto bueno para que la sede permanezca en Valencia y, de cara a otros posibles traslados, se modifica el artículo 4.2 de los estatutos, para que el […]
Dirigentes Digital
| 09 abr 2018
Valencia ha sido testigo por primera vez de una junta de accionistas de CaixaBank, tras su traslado desde Cataluña por la incertidumbre política. Los accionistas han dado el visto bueno para que la sede permanezca en Valencia y, de cara a otros posibles traslados, se modifica el artículo 4.2 de los estatutos, para que el Consejo de Administración pueda decidir un cambio de sede sin consultar con la junta de accionistas. Es uno de los acuerdos de la junta, que además aprueba la gestión y los resultados del ejercicio 2017 que la entidad presentó en febrero de este año. Por otra parte, se nombra a Tomás Muniesa y Eduardo Sanhiz Irazu como miembros del consejo de administración de CaixaBank. Con respecto a la retribución a sus accionistas, el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, afirmó en la junta que “la evolución financiera y del negocio se ha traducido en un muy buen comportamiento de la acción, con un retorno del 28%, dividendos incluidos: 17 puntos por encima del Ibex35 y 13 puntos superior al índice principal de la banca europea”. Son datos que permiten retornar al accionista más de la mitad de los beneficios. Con la distribución del dividendo complementario en efectivo de 0,08 euros brutos por acción, que se abonará el 13 de abril, el importe total de la remuneración al accionista correspondiente a 2017 habrá sido de 0,15 euros brutos por acción, lo que representa un aumento del 15,38% respecto a la remuneración del ejercicio 2016, que fue de 0,13 euros. De esta manera, CaixaBank habrá abonado a sus accionistas 897 millones de euros en efectivo, cifra equivalente al 53% del beneficio neto consolidado, en línea con el Plan Estratégico 2015-2018 de distribuir, como mínimo, un 50% de los beneficios. En relación al Plan Estratégico 2015-2018, el presidente de CaixaBank ha mostrado su satisfacción por los progresos conseguidos en las principales líneas estratégicas y su optimismo para obtener los objetivos marcados en el último año del Plan. Así, Gual ha expuesto sus tres objetivos principales para el futuro próximo: “Anticiparnos a las nuevas tendencias de digitalización; situar la rentabilidad del banco entre el 9% y el 11% y continuar diversificando el balance hacia los segmentos más rentables”. Además de avanzar en estas prioridades, el presidente y el consejero delegado han explicado que la organización está inmersa en la preparación del nuevo Plan Estratégico, que tendrá un horizonte de tres años –del 2019 al 2021– y que se presentará a finales de noviembre. Jordi Gual ha avanzado que se trata de “un ejercicio de posicionamiento en un entorno competitivo y tecnológico muy cambiante; pero también de un ejercicio de ambición, de voluntad de continuar siendo una referencia de crecimiento rentable y sostenido de la banca europea”. Por su parte, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha iniciado su intervención con un repaso del ejercicio 2017. Para Gortázar, “CaixaBank ha tenido un muy buen año a nivel comercial, siguiendo la tendencia de 2015 y 2016, que finalmente se ha reflejado de manera muy positiva en la cuenta de resultados”. CaixaBank ha continuado creciendo significativamente en las cuotas de mercado de productos retail, a pesar de contar ya con una posición de liderazgo. “Tenemos una cuota en nóminas del 26,3%, en productos de ahorro y de medio plazo del 20,5%, del 14,9% en crédito a empresas; además, alcanzamos una penetración del 26,7% como entidad principal de clientes particulares en España, lo que nos consolida como el banco de referencia del sistema”, ha destacado el consejero delegado.