El PIB de China crece un 6,9% en el tercer trimestre, su cifra más baja desde el inicio de la crisis en 2009. Desde entonces, el gigante asiático nunca ha crecido menos de un 7%. El primer ministro chino, Li Keqiang, se muestra, no obstante, optimista con estas cifras. "Mientras que el empleo siga siendo […]
Dirigentes Digital
| 19 oct 2015
El PIB de China crece un 6,9% en el tercer trimestre, su cifra más baja desde el inicio de la crisis en 2009. Desde entonces, el gigante asiático nunca ha crecido menos de un 7%. El primer ministro chino, Li Keqiang, se muestra, no obstante, optimista con estas cifras. "Mientras que el empleo siga siendo adecuado, el ingreso de las personas aumente y el entorno mejore continuamente, un PIB un poco más alto o por debajo del 7% es aceptable", dijo el primer ministro chino el pasado sábado.
Sin embargo, ya se han conocido también los datos de desempleo para septiembre en el gigante asiático, y las cifras, aunque estables, repuntan ligeramente. Según datos del Buró Nacional de Estadísticas (BNE) de China, el desempleo subió en este mes y alcanzó el 5,2%.
Igualmente, el Índice de Precios al Consumo subió hasta el 1,6% en septiembre, lejos del 1,8% que esperaban los analistas y aún por debajo del 2% que se registró en agosto. Estos datos hicieron pensar a los analistas que, tal vez, el riesgo de deflación aún no se haya disipado de la segunda mayor economía del mundo.
A esto hay que unirle que los fabricantes chinos se han visto obligados a reducir sus precios, lo que ha llevado al Índice de Precios al Productor a caer un 5,9% en el mes de septiembre, aunque ha cumplido con las malas previsiones que se esperaban.
También el comercio exterior ha pasado factura al PIB chino. En lo que va de año, las cifras de exportaciones han caído un 1,8% interanual. El comercio exterior ha empeorado en el tercer trimestre y la actividad industrial se ha contraído.
"Creemos que el crecimiento general se debilitará adicionalmente en el 2016", opina Louis Kuijs, analista de Oxford Economics de Hong Kong a Reuters. "En un entorno así, esperamos más medidas monetarias y fiscales expansivas", añade.
En la otra cara de la moneda que es la crisis china, se encuentran los datos positivos que han ido salpicando a la economía asiática. Entre los más llamativos se encuentran los últimos datos publicados por el Hurun Report, que señalan que el número de multimillonarios de China subió a 596, por lo que ya supera a los millonarios que actualmente registra Estados Unidos.
También más de la mitad de las compañías que cotizan en China han declarado que sus resultados entre enero y septiembre han aumentado con respecto al año anterior. Las que más incrementan sus beneficios son las del sector siderúrgico (cuyos beneficios crecen un 332%) y de equipos eléctricos (+256%).
Además, se ha incrementado en un 19,3% el número de nuevas empresas creadas en China, hasta los 3,16 millones según datos de la Administración Estatal de Industria y Comercio. Lo mismo ocurre con la inversión de las empresas chinas en el extranjero, que también aumenta un 16,5% interanual según datos del Ministerio de Comercio, alcanzando los 87.300 millones de dólares solo en los tres primeros meses del año.
No obstante, las positivas cifras y las buenas perspectivas que ofrece el Gobierno chino han comenzado a ponerse en entredicho por parte de diversos analistas, tal y como informa Reuters, que creen que el crecimiento real es más débil que el recogido en los datos oficiales. "El ritmo del PIB es sorprendente, teniendo en cuenta que las cifras mensuales de inversiones en activos de renta fija y producción industrial se desaceleraron considerablemente y mucho más rápido de lo esperado", apunta sobre esto Oliver Barron, analista de política china de NSBO en Pekín a la agencia Reuters.