Los países emergentes están atravesando uno de los peores momentos de su historia. Fuertes déficits por cuenta corriente, ausencia de reformas estructurales o elevados índices de inflación son agravados por la imparable caída del petróleo y la fortaleza del dólar, que afecta, sobre todo, a los países que tienen parte de su deuda referenciada en […]
Dirigentes Digital
| 25 mar 2016
Los países emergentes están atravesando uno de los peores momentos de su historia. Fuertes déficits por cuenta corriente, ausencia de reformas estructurales o elevados índices de inflación son agravados por la imparable caída del petróleo y la fortaleza del dólar, que afecta, sobre todo, a los países que tienen parte de su deuda referenciada en esta moneda. Por todo ello, en estos momentos es indispensable ser selectivo a la hora de apostar por los brics, teniendo en cuenta cual de ellos está más ‘desprotegido’.
A nivel global, China continúa siendo uno de los principales temores. El país asiático se está desacelerando a ritmos agigantados, con su producción industrial, consumo o sector inmobiliario en caída libre. Pese a que su Gobierno está en pleno proceso de transformación de su modelo de negocio hacia uno basado en el sector servicios, desde Bankinter siguen recomendando no invertir en el país. Uno de los principales desequilibrios de China es un elevado nivel de endeudamiento: la deuda corporativa, gubernamental y de los hogares asciende al 247% de su PIB.
Brasil presenta un diagnóstico más complicado si cabe. El país acumula siete trimestres consecutivos de contracción de su PIB y está experimentando importantes caídas en sus niveles de inversión, producción industrial y consumo. Brasil es el claro ejemplo de emergente dañado por los factores exógenos como la caída del precio de las materias primas, su dependencia con China (30% de sus exportaciones) o la apreciación del dólar, ya que parte de su deuda está emitida en esta divisa. Su nivel de inflación (10,7%) y su deuda pública (67% del PIB) han aumentado considerablemente en los últimos meses. Bankinter estima que el país cerrará 2016 con una contracción del 3% y 2017 con un retroceso del 1%.
En una situación delicada se encuentra también Rusia, que tiene que hacer frente a la brusca caída del petróleo, de donde procede el 50% de sus ingresos fiscales. Según el análisis de países emergentes, la economía rusa se contraerá este año un 1,5%, aunque de cara a 2017 crecerá un 1%.
Entre todos los emergentes, India continúa siendo el que disfruta de una posición más ventajosa, con niveles de crecimiento superiores a los de China (2016:7,6%; 2017: 7,8%) Al contrario que los anteriores, se ve muy beneficiada por la caída del petróleo, ya que es uno de los principales importadores a nivel global y tiene un impacto directo en dos de sus principales desequilibrios: el déficit por cuenta corriente y la inflación. Pese a esto, los expertos recomiendan no tomar posiciones en el país por el impulso reformista del Primer Ministro N. Modi, que se está encontrando muchas trabas; y porque se está viendo contagiada por la pérdida de inercia del resto de emergentes.
Aunque en menor medida, México también presenta una situación más favorable que el resto de emergentes. Esto se debe a la fuerte vinculación del país con Estados Unidos y las elevadas inversiones que se han realizado en el país en los últimos años. El PIB de México se verá impulsado este año por la mejora del consumo privado y el repunte de los salarios. No obstante, tampoco se recomienda invertir en el país latinoamericano, ya que es uno de los más afectados por la caída del precio de las materias primas, particularmente el crudo, que supone en torno al 20% de sus ingresos fiscales.