Los últimos indicadores macro que nos llegan desde el gigante asiático ofrecen una imagen mixta. Si bien las autoridades consiguen contener la inestabilidad financiera, la macro no termina de levantar cabeza. Así, por ejemplo, las reservas suben, pero las exportaciones vuelven a caer, y también las importaciones… ‘Una de cal y otra de arena’, pero […]
Dirigentes Digital
| 10 may 2016
Los últimos indicadores macro que nos llegan desde el gigante asiático ofrecen una imagen mixta. Si bien las autoridades consiguen contener la inestabilidad financiera, la macro no termina de levantar cabeza. Así, por ejemplo, las reservas suben, pero las exportaciones vuelven a caer, y también las importaciones… ‘Una de cal y otra de arena’, pero el mensaje del consenso es que Pekín logrará evitar el peor escenario y manejar la transición de su economía.
Para la agencia de calificación crediticia, el ‘aterrizaje forzoso’ de China pasaría por crecimientos del 2,3% de media entre 2016 y 2018. Una ralentización que impactaría con fuerza en el resto del planeta, manteniendo los precios del petróleo y los tipos de corto plazo bajos durante más tiempo.
"Este riesgo es bastante urgente, sobre todo si tenemos en cuenta las recesiones en Brasil y Rusia, la desaceleración estructural que ya sufre el gigante asiático, la fortaleza del dólar y los menores precios de las materias primas", que ya han lastrado con fuerza la valoración de los activos emergentes.
De "incertidumbre considerable" habla la firma al referirse al posible voto positivo a la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) en el referéndum del próximo 23 de junio. Estos expertos parten de la base de que no habrá Brexit, pero explican que un escenario en el que este supuesto se produce se traduciría en un periodo de negociaciones que podrían influir tanto en el rating del país como en las calificaciones expuestas a él, siendo un resultado desfavorable en términos comerciales el resultado más negativo para estas.
Y es que, aunque creen que Reino Unido permanecerá en la UE, también advierten que si decidiera dejarla sus "fundamentales económicos se verían dañados", pues la erosión del libre comercio de los servicios financieros y una entrada más estricta para los ciudadanos de la Unión suponen también una menor demanda y crecimiento del PIB.
En tercer lugar, Fitch hace referencia a la falta de crecimiento de la Zona Euro y la llegada de la temida deflación: "Agravarían la presión sobre las finanzas públicas, posiblemente retrasando la reducción de los ratios de deuda pública", también se vería afectado el crédito corporativo, las finanzas estructuradas y la banca, ante el aumento del desempleo y la consiguiente caída de la calidad de los activos.
Las previsiones de estos analistas pasan porque el PIB de la región se mantenga estable en el 1,5% en 2016, aumentando ligeramente un 1,6% en 2017 y experimentando mejoras mayores a largo plazo.
Cierran la ‘lista de peligros’, los "persistentes bajos precios de los hidrocarburos", para los que la agencia ha ampliado el horizonte temporal de valoraciones reducidas. "La debilidad económica y la inestabilidad política en los exportadores de petróleo añadirá presión sobre sus calificaciones soberanas. Las mayores tasas de morosidad entre las empresas productoras también podría dar lugar a un incremento de las provisiones de la banca expuesta al sector", apuntan.
Estos analistas apuntan a un precio de 35 dólares el barril en 2016, de 45 dólares en 2017 y de 55 dólares en 2018.
Finalmente, "el riesgo de una ‘recesión leve’ en Estados Unidos es menos inmediato, aunque podría resultar de la falta de gasto del consumidor. La ventas minoristas son mediocres y la recuperación de la vivienda mínima, a pesar de las mejoras graduales de los niveles salariales y de empleo".