Carteras en un entorno de bajo crecimiento global

Para Koesterich, una de las principales consecuencias de este lento crecimiento mundial es que se reducen las predicciones de ganancias para 2016, "las cuales, en relación con el índice S&P 500, han descendido dos puntos porcentuales durante las últimas cinco semanas", indica el experto, recordando cómo el fortalecimiento del dólar también ha sido un factor determinante para ello. "En caso de que siga subiendo o de que el crecimiento no se acelere, es posible que las ganancias desciendan más", advierte.

Los inversores también deben tener en cuenta que la caída en el ritmo de crecimiento implica que la mayoría de los bancos centrales del mundo instaurarán una mayor flexibilización monetaria, lo que puede generar un aumento de la presión sobre el dólar, "lo cual constituye una restricción monetaria de hecho, aun antes de que la Reserva Federal comience a aumentar las tasas". A su juicio, esta solidez del dólar ayuda a mantener la inflación bajo control.

"La lentitud del crecimiento mundial y la moderada inflación tienen, al menos, dos consecuencias para los inversionistas", indica Koesterich. En primer lugar, implica que "continuaremos observando una presión en los precios de los productos básicos, particularmente aquellos más expuestos al crecimiento mundial".

Por otro lado, el expertos considera que en un entorno donde la inflación es modesta y las rentabilidades son bajas, "los inversores están más dispuestos a pagar una prima por compañías con dividendos relativamente seguros". A pesar de ello, desde la firma no recomiendan recurrir a rentabilidades clásicas, como servicios públicos o artículos de consumo de primera necesidad, "sino a otros de los componentes del espacio que se ven más interesantes".