Ahora, el mercado se ha diversificado másy responde a muchos tipos de demanda: leche sin lactosa, desnatada, de soja… Una tendencia a la que responden innovando, por ejemplo con el lanzamiento de leches sin apenas materia grasa (de 0% y 1%, menos que la desnatada).
"Una marca se basa mucho en la innovación y nosotros siempre nos hemos basado en eso", afirma Manuel Reinerio, director de Comunicación de Central Lechera Asturiana. "Buscamos ir a lo sencillo y la verdad que estas leches nos están dando buenos resultados. Aprovechamos la naturaleza para llevarla al producto", declara por su parte Marta Hernández, responsable de Nutrición.
Esta estrategia les ha llevado a situarse en una posición de liderazgo en nuestro país. "Somos la única marca que crece en un mercado que decrece", destaca Reinerio, "y líderes en el mercado de hostelería".
Sin embargo, y en referencia al consumidor final, la crisis se ha dejado notar. Aunque aseguran que el primer año y medio de la crisis no lo notaron, la competencia de leches de bajo coste, como marcas blancas, es grande.
"Los precios de 0,40 euros hacen daño a la leche porque no se le da el valor que tiene", inciden. Un precio impensable para ellos que, para apostar por la calidad, pagan el litro de leche a los ganaderos prácticamente a ese mismo precio.
Situación internacional
La destaca posición que siguen ostentando en nuestro país se ve contrastada por su incipiente salida internacional. Centrados en consolidar su liderazgo en España, Central Lechera Asturiana apenas está dando sus primeros pasos fuera de nuestras fronteras.
Un lento proceso de exportación que, sin embargo, también deja un gran margen de mejora para el futuro. De momento ya han llegado a China, y esta nueva puerta les está ayudando a seguir creciendo durante la crisis.