Según datos de Bloomberg, el PIB chino se mantiene en las previsiones marcadas por el Gobierno y podría terminar el año entre el 6,5 y el 7%. En mayo, el PIB registró un crecimiento del 6,9%, sin muchos cambios con respecto a abril. Los datos de Bloomberg muestran que el PIB se ha movido este […]
Dirigentes Digital
| 13 jun 2016
Según datos de Bloomberg, el PIB chino se mantiene en las previsiones marcadas por el Gobierno y podría terminar el año entre el 6,5 y el 7%. En mayo, el PIB registró un crecimiento del 6,9%, sin muchos cambios con respecto a abril. Los datos de Bloomberg muestran que el PIB se ha movido este año entre el 6,3% (en los dos primeros meses del año) el 7,1% que registró en marzo gracias a una importante ola de nuevos préstamos.
El balance general es que los agentes políticos y económicos de China han sabido apoyar las perspectivas fijadas para el corto plazo gracias a los estímulos monetarios y fiscales. Además, la mejora de las importaciones también ha dado un respiro a las autoridades chinas.
Para los expertos, la única forma de que China mantenga su crecimiento estable en torno al 6,5% este año es seguir impulsando la inversión pública, ya que incentivar la inversión privada es más difícil de conseguir de forma inmediata. Por ello, los dirigentes del gigante asiático se encuentran en la disyuntiva de mantener el crecimiento a costa de incrementar la deuda o dejar que la economía china se frene más bruscamente y mantener la solvencia.
Los datos positivos
Entre las cifras que dan a China un atisbo de esperanza con respecto al mantenimiento del crecimiento se encuentran los datos del mes de mayo de producción industrial. Según la Oficina Nacional de Estadística, la producción creció un 6% en comparación con el mismo mes del año anterior. Las ventas minoristas también vuelven a crecer, concretamente un 10% en mayo. La inversión directa extranjera mejora un 3,8% entre enero y mayo y alcanza los 54.190 millones de dólares según datos publicados por el ministerio de Comercio.
Otros datos positivos que hacen a los expertos ser optimistas con el crecimiento a corto plazo del gigante asiático es la caída del desempleo, pues en lo que va de 2016 ya se han creado 5,77 millones de nuevos empleos, de los cuales 1,34 millones se crearon en mayo.
"El entorno económico global sigue siendo un reto", opina sobre China el jefe de estrategia de China en Bocom International Holdings a Bloomberg. El experto señala que la inversión pública, de momento, compensa la caída de la inversión privada.
Las cifras que dañan a China
En el lado negativo se encuentra la inversión en activos fijos. Entre enero y mayo registró una tasa por debajo del 10%, su nivel más bajo desde el año 2000, algo que hace que los expertos especulen con nuevos estímulos desde las autoridades. El exceso de capacidad industrial de China es el principal motivo de la importante caída de esta inversión.
La inversión de las empresas privadas también se ralentiza y marcó en los mismos meses un mínimo histórico de un 3,9% frente al 5,2% de enero-abril, y muy lejos de las dos cifras que alcanzó el año pasado. La inversión extranjera directa, aunque crece en el acumulado enero-mayo, registró en el quinto mes del año una caída del 1%, su primer descenso desde diciembre.
Por otro lado, parece que empiezan a agostarse los esfuerzos de las autoridades por impulsar el mercado inmobiliario. La venta de viviendas se desacelera y el crecimiento en inversión inmobiliaria (que alcanzó mínimos en diciembre de 2015) creció al 7% en los cinco primeros meses del año tras registrar un 7,2% de crecimiento en los cuatro primeros.
El FMI ya ha alertado al gigante asiático del elevado nivel de deuda privada, debido a un "calentón" de la economía del país en 2015 ante un gran aumento del crédito. Ahora, las autoridades monetarias advierten de que China podría enfrentarse a una burbuja en su deuda.