China trata de seguir creciendo y algunos datos parecen apoyar esta idea. El indicador que muestra la evolución del sector servicios repuntó en el mes de agosto hasta los 54,4 puntos frente a los 54,2 puntos del mes anterior. Este dato dado a conocer por la oficina estadística del país supera la marca de los […]
Dirigentes Digital
| 03 sep 2014
China trata de seguir creciendo y algunos datos parecen apoyar esta idea. El indicador que muestra la evolución del sector servicios repuntó en el mes de agosto hasta los 54,4 puntos frente a los 54,2 puntos del mes anterior. Este dato dado a conocer por la oficina estadística del país supera la marca de los 50 puntos, lo que muestra un crecimiento de esta área. Los servicios representan un 46% del PIB del país y por tanto, este repunte apuntala la tesis del Gobierno que estima que la economía del país crecerá un 7,5% este año.
No es el único indicador que apoya la evolución positiva de China, puesto que el índice elaborado por HSBC también ha superado ampliamente las referencias anteriores. "El de servicios 54,1 frente 50 en julio y el compuesto 52,8 frente al 51,6 anterior", señalan los analistas de Renta 4. Unas referencias actuales que los expertos de Inverseguros consideran "positivas".
Desde LinkSecurities recuerdan que el nivel alcanzado en julio por el indicador elaborado por este banco de inversión fue el menor de los casi nueve años de historia del índice. Asimismo, se muestran cautelosos por las declaraciones realizadas desde el banco de inversión. "La evolución de los subíndices que componen el indicador muestra un escenario mixto y no una mejora generalizada, según señaló el economista jefe para China de HSBC, Qu Hongbin. Este añadió que la economía China todavía se enfrenta riesgos a la baja en el crecimiento en la segunda parte del año", apuntan.
Incertidumbre sobre el gigante asiático
A pesar de estos recientes datos positivos, la economía china ha generado dudas en los últimos meses tras varias revisiones a la baja de las previsiones de crecimiento por parte de organismos internacionales, China se encuentra en un momento complicado en el que deberá comprobar si su economía sigue manteniendo el paso. La caída del sector inmobiliario en los últimos tiempos ha hecho dudar sobre la capacidad del país para el crecimiento. A lo que el Gobierno ha respondido con nuevas medidas de estímulo sobre este sector.
El FMI recortó en julio sus previsiones de crecimiento global por las sorpresas negativas generadas en Estados Unidos y China. Respecto al gigante asiático, el organismo internacional puso el foco en la demanda interna que aseguró que se había moderado en un mayor grado al esperado. Así revisó a la baja dos décimas el crecimiento del país hasta el 7,4% frente a los datos anunciados en abril para el ejercicio 2014. Una rebaja que también expresó para las previsiones de 2015 cuando espera un crecimiento del 7,1%.
No han sido los únicos en revisar a la baja las expectativas. Los analistas del banco alemán Commerzbank son incluso más negativos. A finales de agosto, recortaron sus previsiones para 2015 desde el 6,8% hasta el 6,5%.
A pesar de que estos datos de crecimiento puedan parecer muy elevados frente a los crecimientos si se comparan con los registrados en otras regiones del mundo, como la Unión Europea, hay que tener en cuenta la propia idiosincrasia china. Para mantener el status quo de este gigante algunos analistas marcan la línea roja de la que no podría bajar el crecimiento del PIB en el entorno del 7%.