Los países del G20 se comprometen a "evaluar y comunicar cuidadosamente sus iniciativas, sobre todo en el contexto de decisiones importantes de política monetaria y demás, a fin de minimizar los efectos secundarios, reducir las incertidumbres y promover la transparencia", como claves de un crecimiento vigoroso. China ha estado encima de la mesa en todos […]
Dirigentes Digital
| 05 sep 2015
Los países del G20 se comprometen a "evaluar y comunicar cuidadosamente sus iniciativas, sobre todo en el contexto de decisiones importantes de política monetaria y demás, a fin de minimizar los efectos secundarios, reducir las incertidumbres y promover la transparencia", como claves de un crecimiento vigoroso. China ha estado encima de la mesa en todos los encuentros, pero a los dirigentes mundiales también les preocupa y mucho que la Reserva Federal se precipite con la subida de tipos de interés y ralentice la recuperación económica mundial.
La sucesivas devaluaciones de yuan de China ha vuelvo a demostrar que las economías están cada vez más interconectadas en los mercados financieros. La decisión ha provocado turbulencias en los mercados financieros recordando antiguos episodios de la crisis bursátil. Pekín para contrarrestar el parón económico y el desplome de su bolsa ha emprendido una guerra de divisas que ha puesto en jaque a las monedas de otros países asiáticos y de América Latina. "Las explicaciones de la delegación china han sido el foco central de los dos días de reunión", ha reconocido el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Menos público es la preocupación que despierta entre los dirigentes Estados Unidos. Una subida de tipos de la Fed supondría un duro golpe para la economía mundial, que se enfrenta a la incertidumbre que genera china y en el pleno desplome de materias primas. Los veinte líderes del G20 han reconocido que el crecimiento mundial está por debajo de nuestras expectativas, "nos hemos comprometido a adoptar medidas decisivas para que el crecimiento se mantenga encaminado y confiamos en que la reactivación económica se acelerará".
Estados Unidos, que insistió mucho para que la expresión "devaluación competitiva" aparezca en el texto final, también recibió un toque de atención del G20, aunque siempre con palabras veladas. Muchos mercados emergentes ven con preocupación un posible aumento de la tasa básica de interés en Estados Unidos, que llevaría a los inversores a colocar capitales en marcados seguros con la esperanza de mayores réditos que los actuales.
El G20 llama a los gobiernos y a los bancos centrales a evitar el uso exclusivo de las tasas de interés como incentivo del crecimiento, aplicando en cambio políticas fiscales susceptibles de apuntalar el dinamismo económico y de crear empleos. Depender exclusivamente de instrumentos de política monetaria "no conducirá a un crecimiento equilibrado", subraya el documento final.