A primera hora de la mañana, con los mercados asiáticos aún abiertos, los futuros del oro caían 16 dólares hasta rozar los 1.080 dólares la onza, un nivel que no se veía desde principios de 2010. Según los expertos consultados por Marketwatch, este tipo de caídas tan fuertes indican que un gran fondo está detrás […]
Dirigentes Digital
| 20 jul 2015
A primera hora de la mañana, con los mercados asiáticos aún abiertos, los futuros del oro caían 16 dólares hasta rozar los 1.080 dólares la onza, un nivel que no se veía desde principios de 2010. Según los expertos consultados por Marketwatch, este tipo de caídas tan fuertes indican que un gran fondo está detrás de la oleada de ventas.
El movimiento bajista se produce después de China sorprendiese al mercado el pasado viernes, anunciando, por primera vez en seis años, el nivel de sus reservas de oro. Según se conoció, el país cuenta actualmente con 1.658 toneladas, lo que supone un incremento del 57% desde la última vez que la región ofreció datos de este tipo en abril de 2009. China se convierte así en el sexto mayor tenedor de oro a nivel mundial, adelantando a Rusia en el ranking.
La declaración pilló con cierta sorpresa al mercado, y algunas voces apuntan a que, pese al crecimiento, el nivel de reservas está por debajo de lo esperado. Y achacan a este factor como una de las causas de las previsiones de un oro bajista en los próximos meses, que se sumaría a las ventas que están realizando grandes fondos de inversión ante las expectativas de unos tipos más altos por parte de la Reserva Federal, que pueden hacer más atractivos otra clase de activos. Entre ellos el dólar.
Sin embargo, las sospechas en torno al momento en el que China ha hecho públicos los datos no han tardado en llegar. Entre otras cosas, porque los expertos apuntan a la reunión que el próximo mes de octubre llevará a cabo el Fondo Monetario Internacional (FMI) para revisar la canasta Special Draging Right (SDR), formada por las cuatro divisas con mayor peso dentro del comercio internacional. Monedas de referencia cuyo título ahora solo poseenel dólar, el euro, el yen y la libra. Y el gigante asiático quiere que el yuan entre a formar parte cuanto antes de este selecto grupo.
Presión al FMI
Algunas voces apuntan a que la estrategia de China pasaría por no desvelar las cifras reales de oro en sus reservas (tendría más de las anunciados el pasado viernes), con la intención de presionar al FMI en este sentido.
En los últimos años, el país ha llevado a cabo grandes esfuerzos para lograrlo, con la clara intención de desafiar la hegemonía del dólar. De hecho, según un informe de SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) publicado a principios de año, el renminbi pasó en solo tres meses de la séptima a la quinta plaza por valor de las operaciones comerciales realizadas, solo por detrás del dólar, el euro, la libra esterlina y el yen japonés.
"Hace dos años, en enero de 2013, la moneda china se encontraba en decimotercera posición, con una participación del 0,63%. En diciembre de 2014, alcanzó la cifra récord del 2,17% del valor de los pagos globales, y se acerca al yen japonés, con una participación del 2,69%", recordaban entonces desde la firma.
Wim Raymaekers, director de Mercados bancarios de SWIFT, califica este hecho como un auténtico hito, e insiste en que "es una prueba del proceso de internacionalización y confirma su transformación de moneda emergente en moneda de pago habitual". El experto, recuerda que "el aumento de centros de compensación offshore de esta divisa en todo el mundo, incluidos los ocho nuevos acuerdos firmados con el Banco Popular de China en 2014, ha supuesto un importante impulso a este crecimiento".
Los datos oficiales reflejan cómo el valor de los pagos en renminbis se incrementó un 20,3% en diciembre de 2014, frente al crecimiento del 14,9% experimentado en los pagos mediante el resto de divisas. De hecho, en los dos últimos años, la divisa ha experimentado crecimientos de 3 dígitos de forma sostenida.
Contar con grandes cantidades de oro en sus reservas pueden impulsar la credibilidad de este objetivo. Por eso, los expertos apuntan a que las cifras dadas a conocer el pasado viernes se quedan por debajo de las reales, asegurando que el país seguirá comprando en los próximos meses antes de la reunión del FMI.