El proceso de transformación digital de una empresa tradicional supone sacar el máximo provecho en toda su cadena de valor de las oportunidades que ofrecen las soluciones digitales. Sin embargo, son muchas compañías las que no son bien dirigidas en este proceso y no hacen una transformación real. Jordi Damià, director del “Digital Business […]
Dirigentes Digital
| 12 sep 2017
El proceso de transformación digital de una empresa tradicional supone sacar el máximo provecho en toda su cadena de valor de las oportunidades que ofrecen las soluciones digitales. Sin embargo, son muchas compañías las que no son bien dirigidas en este proceso y no hacen una transformación real. Jordi Damià, director del “Digital Business Global Master” y del “Digital Business For Executives program” de Zigurat analiza los cinco errores más comunes que se cometen en este cambio. No incorporar las herramientas digitales en todo tipo de entornos Para llevar a cabo una verdadera transformación digital es necesario que la incorporación de las herramientas digitales de gestión se de en todos los entornos, tanto en el tradicional, como en el mercado digital. Muchas compañías las aplican solo en lo digital. Adaptación parcial En el cambio hacia lo digital, algunas empresas adaptan o examinan únicamente los procesos de determinados departamentos, como, por ejemplo, solo el de marketing o el de distribución. Una transformación digital, supone revisar todos los procesos para adaptar aquellos donde en análisis coste-beneficio lo soporte. Compararse con una empresa que nace digital Otro de los grandes errores que se comenten a la hora de abordar un proceso de este tipo es comparar a una empresa tradicional con una que, de nacimiento, ha sido digital. La metodología para crear una empresa digital de nuevo es radicalmente diferente a la metodología necesaria para cambiar un negocio. No tener en cuenta todas las dimensiones de la compañía Una verdadera modificación del modelo de gestión implica normalmente un cambio de procesos, personas, recursos y tecnologías. No se pueden plantear modelos que, como mínimo, no revisen la necesidad de cambio de cada una de estas dimensiones. No contar con profesionales experimentados Todo proceso de cambio supone mucho más que la aplicación de una metodología, ya que como siempre la excelencia está en conocer y anticipar los riesgos e incidencias que puedan aparecer. En este punto, la experiencia del consultor/formador es muy importante para garantizar el éxito de la formación o de la implantación. Lo óptimo es contar con los servicios de profesionales que puedan acreditar experiencia en algún proceso completo de transformación.