La confianza en China es ínfima, las dudas sobre los emergentes cada vez mayores, la oferta de petróleo no da un paso atrás y el hundimiento de los precios no encuentra suelo, la fe en los bancos centrales es cada vez menor y la debilidad macro es interpretada tan negativamente que el temor a una […]
Dirigentes Digital
| 11 feb 2016
La confianza en China es ínfima, las dudas sobre los emergentes cada vez mayores, la oferta de petróleo no da un paso atrás y el hundimiento de los precios no encuentra suelo, la fe en los bancos centrales es cada vez menor y la debilidad macro es interpretada tan negativamente que el temor a una recesión se ha propagado rápidamente sobre el doloroso recuerdo de los acontecimientos de 2008.
Un contexto en el que Philippe Ithurbide, estratega jefe de Amundi Asset Management, se plantea si este pánico es realmente legitimo y para responder a esta cuestión se pregunta sobre los cinco grandes miedos del mercado.
¿Por qué da tanto miedo la caída del precio del petróleo?
"Debilita a los países productores y los coloca en una posición vulnerable y extremadamente difícil. Preocupa que las empresas del sector energético quiebren y las consecuencias de esto para la banca. Y también afecta a las reservas de ciertos fondos soberanos que pueden tener que vender sus carteras para incrementar la liquidez gubernamental. No podemos olvidar que en el caso del crudo al menos dos tercios de la caída están relacionados con la oferta y es difícil predecir si se tomarán decisiones al respecto, hasta junio no se producirá la próxima reunión oficial de la OPEP, y el temor a que los precios se mantengan en caída libre hasta entonces predomina".
¿Por qué no consiguen los bancos centrales tranquilizar a los mercados financieros?
Las autoridades monetarias "parecen haber perdido su magia y ya no tienen la misma credibilidad que antes. El Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) ha adoptado el tipo de depósito negativo (…) reconociendo implícitamente que su programa de compras de activos (QE) no ha sido eficaz. El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que reconsiderará en marzo su política. Mientras, la ausencia de inflación y la pérdida de momentum harán que la Fed tenga dificultades a la hora de seguir adelante con el ciclo alcista de los tipos".
¿Por qué China es aún motivo de preocupación en los mercados?
El gigante asiático es, "sin lugar a dudas, el mayor riesgo sistémico, y los acontecimientos de los últimos meses (depreciación del yuan, cierre temporal de los mercados en agosto y enero…) han alimentado el malestar. Creemos que el miedo es excesivo, la desaceleración china no es nada nuevo y el país no va a devaluar su moneda. Por otra parte, desde el pasado verano las autoridades han sido capaces de gestionar con éxito el valor de la divisa y no hay ‘aterrizaje forzoso’ en el horizonte".
¿Debe preocuparnos una posible recesión en Estados Unidos?
El consenso era demasiado optimista respecto a la economía norteamericana. Ahora bien, no podemos olvidar que el 70% del PIB es el consumo y aún se comporta correctamente; asimismo, la debilidad del sector manufacturero, se ve compensada por la fortaleza de la industria de servicios. "Todo esto nos hace pensar en un crecimiento aproximado del 2% (…) una recesión actualmente no es una posibilidad, pero lo que sí es preocupante es la falta de margen de maniobra de la Fed".
¿Debemos revisar nuestras previsiones sobre el dólar?
La apreciación del euro se explica de dos formas complementarias: la revisión a la baja de las estimaciones de crecimiento norteamericano y de las expectativas de ajuste de los tipos; y la política de divisas, explícita en Japón, China y Estados Unidos, pero no en la Zona Euro. "Con todo, mantienen su estimación de un rango de fluctuación del cruce euro/dólar en los 1,05/1,15", la parte baja se alcanzaría en los próximos seis meses.
"Todavía vivimos en un mundo marcado por la desaceleración de la economía mundial", concluye Ithurbide, en el que "las oportunidades de inversión se pueden encontrar en el desacoplamiento entre países avanzados y emergentes, y dentro de estos últimos entre los que tienen buena demanda interna y los que producen materias primas". Las expectativas de crecimiento, explica, aún son demasiado optimistas, pero los miedos "son sin duda exagerados en el medio plazo (no justifican el colapso total)", aunque mandan en el corto. En definitiva, "estos temores justifican las estrategias de cobertura macro desarrolladas por Amundi en los últimos seis meses: largos en deuda estadounidense y alemana, en dólar y yen, y en efectivo en dólares y en oro".