El sector financiero español vive un verano muy caliente en el que se le van acumulando los problemas. A la escasa rentabilidad del negocio motivada por los bajos tipos de interés, el riesgo de contagio por parte de la banca italiana y portuguesa, y la exigente regulación, se puede unir ‘un palo’ mil millonario por […]
Dirigentes Digital
| 12 jul 2016
El sector financiero español vive un verano muy caliente en el que se le van acumulando los problemas. A la escasa rentabilidad del negocio motivada por los bajos tipos de interés, el riesgo de contagio por parte de la banca italiana y portuguesa, y la exigente regulación, se puede unir ‘un palo’ mil millonario por las cláusulas suelo. Hoy el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Paolo Mengozzi, presentará sus conclusiones sobre la retroactividad de las cláusulas suelo en la comercialización de hipotecas, que afecta a miles de familias. No será la decisión final del Alto Tribunal europeo que emitirá su resolución a final de año, pero suele coincidir con la exposición del letrado.
El caso ha llegado a instancias superiores después de que algunos juzgados españoles elevaran consultas en Luxemburgo al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para resolver si la devolución de los intereses pagados se remonta desde que se firmó el crédito o hasta mayo del 2013, límite que fijó el Tribunal Supremo en la sentencia que obligó a eliminarlas a BBVA, Novagalicia y Cajamar sin carácter retroactivo.
La decisión del Supremo, que se remonta a 2013, ha marcado las resoluciones de los tribunales de primera y segunda instancia, dando la razón a los clientes pero de forma limitada. Los consumidores consideran que los sobrecostes pagados deberían retrotraerse al inicio del contrato. Por eso muchos jueces han optado por esquivar al alto tribunal para que lo resuelva la máxima instancia superior. La jurisprudencia que emana del TJUE es de obligado cumplimiento para todas las salas dentro de la Unión Europea, pero su efecto no será inmediato. Los afectados tendrán que recurrir a los tribunales para su aplicación si los bancos no retiran la cláusula de forma voluntaria, en caso de que sea favorable para los hipotecados.
Impacto
La banca espera que el TJUE mantenga la doctrina del Supremo, pero los antecedentes son poco alentadores para el sector. A la decena de sentencias en los últimos años dando la razón a los clientes se une la reciente sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº1 de Madrid, que ha declarado la nulidad de las cláusulas suelo fijadas por 40 bancos y cajas debido a su "falta de transparencia". Además, la propia Comisión Europea se ha pronunciado a favor de devolver la totalidad.
Una de las asociaciones más combativas para la eliminación de las cláusulas suelo, Adicae, estima que hay alrededor de dos millones de hipotecas con este tipo de condiciones que han costado a los clientes entre 4.000 y 8.000 millones de euros anuales, desde 2009.
El impacto que tendría para el conjunto del sector la retroactividad total oscila entre 4.500 millones y 5.200 millones, según expertos financieros. Pero hay otra vuelta de tuerca para los bancos, cuánto dejarán de ingresar en los próximos años. Hay que tener en cuenta que ni Santander ni Bankinter comercializaron hipotecas con estas características y BBVA y Bankia decidieron retirarlas tras la sentencia del Supremo. El sector dejará de generar ingresos de 6.200 millones hasta 2019.
Hace pocos días CaixaBank comunicó que en caso de una sentencia desfavorable esta tendría un impacto negativo en sus cuentas de 1.250 millones. La entidad catalana ha decidido provisionar 500 millones hasta que se conozca la sentencia. Otra de las entidades afectadas, Banco Popular, reconoció en su reciente ampliación de capital que debería asumir unas pérdidas de 684 millones por la nulidad total de las condiciones de la hipoteca. Por su parte BBVA y Sabadell no han realizado provisiones a la espera de que el TJUE se pronuncie.