La banca siempre gana. Las cláusulas suelo en las hipotecas son un ejemplo de por qué los bancos nunca pierden dinero en sus operaciones. En 2008, la crisis economía traía una buena noticia e insospechada para los millones de hipotecados a interés variable: el pago mensual de sus hipotecas se iba reducir considerablemente según se […]
Dirigentes Digital
| 30 oct 2015
La banca siempre gana. Las cláusulas suelo en las hipotecas son un ejemplo de por qué los bancos nunca pierden dinero en sus operaciones. En 2008, la crisis economía traía una buena noticia e insospechada para los millones de hipotecados a interés variable: el pago mensual de sus hipotecas se iba reducir considerablemente según se agravaba la situación.
El Banco Central Europeo se vio obligado a intervenir en 2008 en el precio del dinero con bajadas de tipos. Desde octubre de ese año no ha parado de bajar el tipo oficial del euro desde el 4,25% hasta prácticamente el cero. Esta decisión tenía una relación directa con la evolución del Euribor, el índice de referencia de tipo de interés de la mayoría de hipotecas en nuestro país, cayendo al mismo ritmo y abaratando los préstamos hipotecarios en las revisiones en cientos de euros.
Miles de ciudadanos se frotaban las manos esperando a que le llegara la hora de revisar sus hipotecas, pero la sorpresa llegaba cuando descubrían que la letra no se reducía como debiera derivarse de la caída del Euribor. Sus contratos hipotecarios establecían una cláusula que impedía que el tipo de referencia bajara de un mínimo. La mayoría de hipotecas afectadas por la cláusulas suelo establecía ese tope entre el 3% y el 3,5%.
El escándalo se destapaba a finales de 2009, cuando el BCE seguía bajando el precio del dinero y presionaba a la baja al Euribor. Según ha ido avanzando la crisis ha ido dejando miles y miles de afectados. La magnitud del mismo es comparable a la de las ventas de preferentes. Aunque no hay cifras oficiales, ni entidades ni Banco de España ofrecen datos, se calcula que puede haber alrededor de dos millones de personas afectadas. Adicae, una de las asociaciones más combativas contra los abusos de la banca, presentó en el Senado un extenso informe mostrando a sus señorías la gravedad del asunto. Los consumidores denunciaban que cada familia perjudicada puede pagar entre los 2.155 y los 4.276 euros al año por no beneficiarse de la caída de tipos para hipotecas de entre 150.000 y 250.000 euros.
Pequeñas victorias de los afectados
Una historia de confrontaciones
El Tribunal Supremo dictó hace unos meses que los afectados recuperarían el dinero si demostraban falta de información, pero solo desde mayo de 2013. Ahora, la Comisión Europea ha emitido un informe en el que aboga por la nulidad de las cláusulas suelo "desde el origen" y no solo desde la fecha dictada por el Tribunal Supremo.
¿Por qué existe un límite para la devolución de la cláusula suelo? ¿Por qué el Tribunal Supremo ha decidido que no exista retroactividad total en su decisión? Desde Triviño Abogados consideran que el organismo judicial tuvo que tomar la decisión sopesando dos aspectos claves: la necesidad de compatibilizar los intereses de los clientes y la viabilidad de nuestro sistema bancario (ante las grandes cantidades de dinero que los bancos tendrían que afrontar en devoluciones). Con el dictamen del Supremo, solo los intereses de algunos clientes se protegerán, pero todos los bancos ganan, ya que no tendrán que enfrentarse al coste íntegro que deberían pagar por implantar la cláusula suelo.
No todos los Tribunales y Audiencias Provinciales estuvieron contentos con la solución planteada por el Supremo y llevaron el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Eduardo Triviño, director general de Triviño Abogados, se plantea si la limitación de la devolución al 9 de mayo de 2013 es compatible con la legislación comunitaria sobre nulidad de cláusulas abusivas, y su respuesta es no.
Pese a que el dictamen de la Unión no es vinculante y solo es una opinión de los servicios jurídicos de la Comisión, se trata de una opinión cualificada y fundada en las directivas de la Unión, que sí son normas vinculantes para los diferentes Estados. Triviño cree que la opinión europea será la que finalmente se adopte, por lo que los bancos tendrán que devolver íntegramente el dinero a los afectados sin límite de fecha.