Por un lado, las finanzas éticas, la inversión socialmente responsable, ligada inevitablemente al emprendimiento con valores sociales, y la llamada inversión "de impacto social", gana terreno en nuestro entorno. La inversión de impacto social, es decir, invertir buscando rentabilidad en empresas que producen un impacto positivo en la sociedad, movió 2.000 millones de euros en […]
Dirigentes Digital
| 29 dic 2015
Por un lado, las finanzas éticas, la inversión socialmente responsable, ligada inevitablemente al emprendimiento con valores sociales, y la llamada inversión "de impacto social", gana terreno en nuestro entorno. La inversión de impacto social, es decir, invertir buscando rentabilidad en empresas que producen un impacto positivo en la sociedad, movió 2.000 millones de euros en Europa en 2014. En España se calcula que hay 87 millones de euros invertidos en empresas sociales, según el informe Eurosif. Por su parte, sólo en nuestro país existen 30.000 empresas sociales y 61.000 de economía verde.
En paralelo, la tecnología facilita que también el inversor se una a este cambio. Cada día más inversores, profesionales y particulares, se lanzan a invertir a través de plataformas online de financiación participativa, como por ejemplo las plataformas de equity crowdfunding. Solamente en 2014 hubo operaciones por valor de 3.000 millones de euros en plataformas de inversión alternativa online en Europa, y, a falta de datos oficiales, se estima que esa cifra se duplicó durante 2015.
En Europa están surgiendo plataformas de financiación participativa que permiten invertir en empresas con impacto social y medioambiental positivo. Es el caso de Ethex, en Inglaterra, 1001pact, en Francia o Bolsa Social en España. A través de estas plataformas los inversores pueden apostar, a golpe de unos clics, por una inversión socialmente positiva. Es lo que se ha llamado la democratización de la inversión de impacto social.
En España, además, la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial (conocida como la ley del crowdfunding) ha concedido carta de naturaleza legal a estas plataformas y las somete a la supervisión de la CNMV. Por el momento, sólo la Bolsa Social ha obtenido la autorización del organismo supervisor de los mercados.
Con el objetivo de fomentar y ampliar el conocimiento sobre esta tipología de inversión, la Bolsa Social, da 5 claves que caracterizan a un inversor de impacto social:
Estas claves son esenciales para descubrir qué es un inversor de impacto y plantear, de cara al nuevo año, nuevos hábitos en nuestras decisiones económicas, como la posibilidad de contribuir al crecimiento de empresas que generan mejores condiciones de vida social o medioambiental.