El acuerdo de paz firmado entre el gobierno de Colombia y las FARC no ha sido apoyado por los colombianos pese a las victoria que predecían las encuestas. Con ajustado margen del 50,21%, los colombianos han votado no al acuerdo frente a un 49,78% que ha apoyado el documento. No obstante, la abstención ha rondado […]
Dirigentes Digital
| 01 oct 2016
El acuerdo de paz firmado entre el gobierno de Colombia y las FARC no ha sido apoyado por los colombianos pese a las victoria que predecían las encuestas. Con ajustado margen del 50,21%, los colombianos han votado no al acuerdo frente a un 49,78% que ha apoyado el documento. No obstante, la abstención ha rondado el 60%, en parte por las lluvias torrenciales que azotan parte del país.
Con este resultado, los colombianos han dejado en el aire cuatro años de negociaciones cuyo culmen había sido el histórico pacto entre Juan Manuel Santos y Rodrigo Lodoño, alias "Timochenko".
Santos, quien había declarado que un rechazo al acuerdo sería "catastrófico", ha asegurado que hablará con la oposición para determinar el rumbo a seguir a partir de ahora, pero ha remarcado que no cejará en sus intentos. Desde la guerrilla, también han asegurado que continuarán con los esfuerzos por la paz. "No me rendiré. Seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato porque ese es el camino para dejarles un mejor país a nuestros hijos", señaló el presidente colombiano en la cadena nacional, en declaraciones recogidas por Reuters. Santos aclaró que seguirá vigente un cese al fuego bilateral con la guerrilla de las FARC y que enviará a sus negociadores a La Habana para hablar con los líderes rebeldes.
La mayoría de los colombianos que han participado en el plebiscito (el primero desde 1957) ha mostrado su rechazo a pactar con los jefes guerrilleros, pues creen que deben ser castigados con la cárcel y con la imposibilidad de ocupar cargos públicos.
El acuerdo firmado entre ambas partes establecía que los 7.000 combatientes de las FARC dejarían las armas para hacer política, creaba una instancia judicial especial para juzgarlos, establecía subsidios para que se integraran a la sociedad y compensaciones a las víctimas del conflicto.
Los opositores al pacto, liderados por el ex presidente Álvaro Uribe, argumentan que es demasiado permisivo con las FARC porque muchos rebeldes no cumplirían con la cárcel e incluso recibirían una cuota automática de escaños en el 2018 en el Congreso. "Insistimos en correctivos para que haya respeto a la Constitución, no sustitución; justicia, no derogación de las instituciones; pluralismo político sin que pueda percibirse como premio al delito; política social sin poner en riesgo la empresa honorable", ha declarado Uribe.