Cuando Colombia aprobó el presupuesto nacional 2016 (en octubre de 2015), había calculado que este año gastaría 65.305 millones de dólares. Ese volumen ya asimilaba "el fin del auge minero-energético", según dijera en la ocasión el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. Es que en 2015 el presupuesto -aprobado por el Consejo de Ministros y luego […]
Dirigentes Digital
| 01 mar 2016
Cuando Colombia aprobó el presupuesto nacional 2016 (en octubre de 2015), había calculado que este año gastaría 65.305 millones de dólares. Ese volumen ya asimilaba "el fin del auge minero-energético", según dijera en la ocasión el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Es que en 2015 el presupuesto -aprobado por el Consejo de Ministros y luego firmado por el presidente Juan Manuel Santos- había sido ligeramente mayor: 65.515 millones de dólares.
Ahora, el cálculo de gastos para todo el presente año pasa a ser de 63.505 millones de dólares, lo que representa un recorte de 1.813 millones de dólares sobre el primer cálculo para 2016 y una caída de 2.010 millones respecto del presupuesto de 2015.
La razón es la baja de los precios del crudo, ya que el presupuesto inicial tenía como base un barril de petróleo a 50 dólares, mientras que en febrero el valor llegó a estar por debajo de los 30 dólares.
Austeridad inteligente
En octubre del año pasado, cuando se aprobó el presupuesto que ahora se modifica, Santos ya había observado que esa estimación de gastos tomaba en cuenta "la nueva situación fiscal por la baja de los ingresos petroleros y por la crisis económica mundial".
Esta reducción anunciada ahora en el presupuesto, dijo el mandatario, apunta a cumplir con la meta de déficit del 3,6% del producto interno bruto (PIB) y a mantener la confianza de los inversionistas.
Su administración, enfatizó Santos, continúa dando prioridad al gasto social. "A la protección de las poblaciones más vulnerables" y a la educación como "rubro número uno", destacó el presidente colombiano tras reunirse con su Consejo de Ministros.
Este ajuste respeta la política de "austeridad inteligente", agregó, política a la que definió como "reducir gastos sin afectar los programas sociales para los más pobres" y protegiendo al mismo tiempo "las inversiones que generan empleo".
Todo, menos Defensa
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, detalló que el recorte no afectará al sector de Defensa, que mantendrá sus gastos de funcionamiento y gastos generales (papelería, eventos, viajes, viáticos y vehículos) en el mismo volumen que había sido previsto en octubre de 2015.
Defensa es el ministerio que lleva adelante las negociaciones del Gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en Colombia, la principal materia pendiente del país para su desarrollo económico, estiman diversos analistas.
De todos los sectores alcanzados por el ajuste, el más afectado será el de Hacienda, que recibirá cerca de 907 millones de dólares menos en este recorte del presupuesto. En cuanto a inversiones, no se tocarán los proyectos de infraestructura como las construcciones viales o programas de vivienda. Tampoco se afectará la implementación de aulas escolares.
Fortaleza colombiana
"Colombia es un ejemplo en la región y a nivel mundial", dijo Santos, citando reportes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo que sostienen que la economía de su país es sólida.
"No estamos en crisis económica", afirmó el mandatario, indicando que el país tan sólo debe "ajustarse a las nuevas circunstancias" y que los colombianos no deben ser pesimistas, pues para 2016 se espera un crecimiento de cerca del 3%, "uno de los más altos de la región".
Colombia es el cuarto país en la lista de los productores latinoamericanos de petróleo, después de Venezuela, México y Brasil.
