En el segundo trimestre de 2014, el PIB argentino no registró variaciones en comparación con el mismo período de 2013, registrando un crecimiento interanual de 0,1% en el semestre, indicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en su "Informe de Avance del Nivel de Actividad", publicado el 24 de septiembre. Argentina observa una […]
Dirigentes Digital
| 30 sep 2014
En el segundo trimestre de 2014, el PIB argentino no registró variaciones en comparación con el mismo período de 2013, registrando un crecimiento interanual de 0,1% en el semestre, indicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en su "Informe de Avance del Nivel de Actividad", publicado el 24 de septiembre.
Argentina observa una reducción del 7,4% en sus exportaciones de bienes y servicios, una caída del 3,7% en la inversión y un 2,5% menos de consumo privado, apunta el Indec, que considera un aumento del 4,2% en el consumo público.
El organismo oficial, frecuentemente cuestionado por sus metodologías de medición, también indicó que entre abril y junio hubo una caída de 13.000 empleos frente a igual período del año pasado. La mayor cantidad de despidos se registró en la industria manufacturera y la construcción, mientras que en el comercio la cantidad de empleos se mantuvo casi sin alteraciones, indica el informe.
Paralelos
A ejemplo de otras divergencias entre las mediciones del Gobierno y las del sector privado, el comportamiento del PIB y la evaluación sobre el empleo, también son objeto de interpretaciones distantes en esta oportunidad.
Frente a la afirmación oficial de que no ha habido crecimiento durante el período analizado ("el segundo trimestre de 2014 muestra una variación de 0,0% con relación al mismo período del año anterior", señala el Indec), analistas privados estiman que, por lo contrario, ha habido una reducción.
"El PBI profundizó el ritmo de contracción interanual", dijo la consultora Ledesma, que afirma haber observado una disminución del 1,8% entre abril y junio en comparación con igual trimestre de 2013, según publica el diario La Nación.
"Los estudios privados hablan de un decrecimiento de la economía del 1% y de una inflación anual de entre 35 y 40%. Es un escenario de estanflación", afirma por su parte la consultora Mercer.
En cuanto al panorama laboral, un 33% de las más importantes compañías instaladas en el país han admitido que están despidiendo personal y que la mayoría no cubrirá los puestos vacantes debido a que no hay trabajo suficiente o porque no es rentable, según una medición de la misma agencia.
Conspiración
Otra discrepancia se registra en cuanto a la evaluación del cuadro actual y futuro de la economía. Mientras observadores privados hablan de una crisis que continuará agravándose, funcionarios ministeriales hablan de un panorama diferente. "El tipo de cambio oficial es el único legal, tiene una dinámica tranquila, previsible y permite garantizar la competitividad de la economía sin generar procesos de tensión cambiaria", dijo, por ejemplo, el viceministro de Hacienda, Álvarez Agis, frente a la escalada de las diversas cotizaciones del dólar en el mercado paralelo.
Para ese funcionario, así como para prácticamente el pleno del gabinete que acompaña a la presidente Cristina Kirchner, existe una suerte de conspiración internacional contra el país. El estancamiento de la economía argentina, ahora admitido por el Indec, sería entonces culpa "del mundo", que "pone significativos desafíos a la política económica argentina", según la visión de los gobernantes.
Cruces
La más reciente crisis del país en materia de relaciones internacionales es un conflicto con la justicia de Estados Unidos por el pago a tenedores de títulos argentinos. El caso llevó al ministro de Hacienda de Alemania, Wolfgang Schäuble, a declarar en agosto que Argentina es un ejemplo de "falta de solidez", que vivió durante décadas "por encima de sus posiblidades" y que no paga sus deudas, todas consideraciones que fueron interpretadas en Buenos Aires como una "actitud hostil" del gobierno alemán.
Unos días antes, la cancillería argentina había expresado su "profundo malestar" al encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, Kevin Sullivan, por sus declaraciones sobre el mismo tema de la deuda, llegando a amenazarlo con sanciones. El diplomático había dicho que "es importante que Argentina salga del default lo antes posible para poder retornar a la senda de crecimiento y atraer la inversión que necesita".
La cancillería, a cargo de Héctor Timerman, emitió un comunicado en el que manifestaba "un profundo malestar y el enérgico rechazo del Gobierno argentino por las impropias declaraciones con relación al cumplimiento de los pagos a los acreedores de la deuda reestructurada".
