Sin duda, el papel de Pekín en el ‘super ciclo’ de las materias primas es indiscutible, reconoce ETF Securities. "Aunque son bastante más volátiles, sus valoraciones tienen una correlación bastante fuerte con el crecimiento del PIB del país", afirman. Con todo, los mercados de futuros "son parte integral de la infraestructura financiera mundial, ya que […]
Dirigentes Digital
| 10 jun 2016
Sin duda, el papel de Pekín en el ‘super ciclo’ de las materias primas es indiscutible, reconoce ETF Securities. "Aunque son bastante más volátiles, sus valoraciones tienen una correlación bastante fuerte con el crecimiento del PIB del país", afirman.
Con todo, los mercados de futuros "son parte integral de la infraestructura financiera mundial, ya que permiten a consumidores y productores ‘cubrirse’" y marcan precios y primas de riesgo sobre los posicionamientos largos y cortos en cada uno de los productos.
China desarrolló su propio mercados ya bien avanzado el ‘super ciclo’ y muchas de las commodities que ha ido añadiendo se sumaban en la fase descendente del mismo. La Shanghai Futures Exchange (SHFE por sus siglas en inglés) comenzó a negociar cobre y aluminio en 1999, zinc en 2007, oro en 2008 y níquel en 2014.
En este contexto, el gigante asiático quiere un "papel más importante en la intermediación de materias primas a nivel internacional", pues aunque es el que más compra y vende, la fijación de precios se produce en otros centros financieros.
El principal escollo, señalan estos expertos, son los necesarios cambios en la política monetaria y de divisas del país. Y es que, el hecho de que sus mercados de capitales estén cerrados, sumado a las restricciones cambiarias, ha dado lugar a distorsiones en sus commodities.
"El riesgo de abrir los mercados de divisas es que el carry trade podría caer y desbloquear parte sustancial de las materias primas ‘atadas’ a depósitos de uso industrial", señalan los analistas de ETF Securities. Se estima que en 2014 unos 109.000 millones de dólares de préstamos extranjeros estaban respaldados por materias primas como garantía. En el peor de los casos, calculan, "podría haber un shock de oferta del 6%, lo que sería negativo para los precios", siendo el cobre el más impactado.
En cualquier caso, "cualquier movimiento hacia una liberalización de la divisa y un mercado de capitales más abierto será gradual", si bien, la transición "podría introducir una volatilidad adicional a los precios mundiales de las commodities", concluye la firma.
Recordemos que para Citi, la inversión en materias primas es "cuestión de creerse o no la mejora reciente. No tanto desde el punto de vista de la oferta, que sigue pesando a la baja en los precios. Y la demanda, tampoco vemos una revisión al alza clara en el futuro próximo. Pero sí hay un factor importante a considerar a corto plazo: las primas de riesgo siguen siendo muy bajas. Y esto supone que en un contexto de relativa calma, los precios pueden seguir al alza… a medio plazo".
Petróleo en 70 dólares de 2018 en adelante…
El crudo ha recuperado los 50 dólares por barril y las ejecuciones de proyectos han sido mejores de lo esperado en el sector europeo de Exploración y Producción. Dos factores, señala Barclays, suficientes para que muchos inversores hayan regresado a esta industria mirando hacia delante con optimismo.
La entidad revisa al alza su previsión para el barril de Brent hasta los 44 dólares (un 11% más) para este año. Aunque sigue apostando por una recuperación más gradual, con los 70 dólares a partir de 2018 en adelante, aunque alcanzando los 57 en 2017 (frente a los 55 inicialmente estimados).