Si queremos ahorrar en luz y gas, el primer paso que debemos dar es tener claro qué tenemos contratado. Pese a que pueda parecer una simplicidad, está demostrado que la mayoría de consumidores no saben a ciencia cierta quétarifa tienen actualmente, ni si existen modalidades que les puedan beneficiar. Por ello, el primer punto pasa […]
Dirigentes Digital
| 31 mar 2016
Si queremos ahorrar en luz y gas, el primer paso que debemos dar es tener claro qué tenemos contratado. Pese a que pueda parecer una simplicidad, está demostrado que la mayoría de consumidores no saben a ciencia cierta quétarifa tienen actualmente, ni si existen modalidades que les puedan beneficiar. Por ello, el primer punto pasa por revisar el contrato: tipo de tarifa de luz (si está dentro del mercado regulado o del mercado libre), si se nos aplica la discriminación horaria y, sobre todo, a qué precio nos está facturando la energía.
Otros conceptos que no pueden pasarse por alto es si existe algún servicio adicional obligatorio que encarezca la factura, así como si se está aplicando un compromiso de permanencia. Además, no olvidemos la potencia contratada y su coste, ya que dicho término puede llegar a suponer un desembolso considerablesi contratamos más de la cuenta.
Con todos estos datos bajo control, ya podemos acudir a un comparador de luz y gas en busca de lo que se mueve en el mercado. Y es que, aunque el sector energético parece estar estancado, lo cierto es que las mejoras en las tarifas se llegan a hacer con mucha regularidad y podemos beneficiarnos si estamos atentos.
Ahora bien, si pese a todos estos ajustes las facturas siguen siendo elevadas, debemos pedir a la compañía que las revisen por si hubiera un fallo. Si no sabemos cómo hacerlo desde HelpMyCash.com ofrecen la guía gratuita "Cómo reclamar a tu eléctrica" en la que explican en qué casos nos indemnizarán y cómo solicitarlo.
Cambiar el ‘fondo de armario’ de nuestra casa
Al igual que con la ropa, la primavera es el momento propicio para ir adaptandola vivienda a las altas temperaturas y las largas jornadas de luz. Así, si tenemos la tarifa de luz adecuada o con permanencia, podemos recurrir a actualizar nuestra casa.
Por ejemplo, entre los cambios más sencillos y eficaces está subir las persianas y dejar que la luz solar inunde las estancias durante el día. Con este sencillo truco conseguiremos, sin gastar un euro, luz y que la casa se aclimate. Ahora bien, si nuestras habitaciones son interiores, podemos optar por cambiar las bombillas por LED. Esta modalidad, además de consumir menos energía, emana menos calor.Tampoco debemos olvidar aquellos aparatos que en estas fechas no serán tan necesarios, como la secadora, y adaptar el uso del resto, por ejemplo, rebajandola temperatura del agua de la lavadora y el lavavajillas, que podríamos regular a no más de 40º.
Finalmente, si tenemos la suerte de que en nuestra casa da demasiado el sol, podemos utilizar la decoración para rebajar unos grados y evitar utilizar ventiladores. Por ejemplo, un buen sistema es utilizar cortinas o colores claros en las paredes. Eso sí, si no queda otro remedio y nos vemos "obligados" a poner el aire acondicionado, primero deberemos limpiar los filtros para que consuma menos.
La tecnología como aliada
Cada vez son más las casas que utilizan la domótica para ahorrar energía. Sin embargo, no es necesario tener una lavadora inteligente o una nevera especial para ahorrar en el día a día. Un buen mantenimiento de los aparatos provocará que consuman menos. Pero sí que podemos sacarle partido a la factura de luz con nuestro smartphone.
Por ejemplo, actualmente existen diversas aplicaciones que nos muestran cuáles son las horas más baratas para hacer grandes consumos, como poner la lavadora. Este es el caso de "Precio de la luz" o "Boltio", en la que además podremos consultar cuál es el consumo aproximado de los principales aparatos electrónicos.
En definitiva, tenemos multitud de formas de rebajar nuestras facturas de luz sin invertir demasiado tiempo ni dinero. Eso sí, todas pasan por ser consumidores activos y estar pendientes de los cambios del mercado para sacarle el máximo partido.