Aún queda un largo camino por recorrer, pero el cambio de tendencia en el sector inmobiliario español es un hecho: la demanda está creciendo gradualmente, el descenso de los precios se ha moderado y el entorno económico parece más propicio para una industria que cuenta desde hace meses con el visto bueno del inversor extranjero. […]
Dirigentes Digital
| 22 jul 2014
Aún queda un largo camino por recorrer, pero el cambio de tendencia en el sector inmobiliario español es un hecho: la demanda está creciendo gradualmente, el descenso de los precios se ha moderado y el entorno económico parece más propicio para una industria que cuenta desde hace meses con el visto bueno del inversor extranjero. .
Una situación que ya empieza a reflejarse en los precios de activos inmobiliarios como oficinas, centros comerciales y hoteles, y que, a juicio del Departamento de Análisis de Bankinter, "se trasladará en los próximos trimestres al mercado residencial de calidad". Pero, ¿cómo aprovechar esta tendencia? Los expertos aseguran que "la inversión directa en activos de calidad y buenas ubicaciones, la diversificación de riesgos y contemplar un horizonte temporal no inferior a 5 años son principios esenciales para ello".
Pero cuidado. Desde Bankinter advierten que "los activos más líquidos que están al alcance de pequeños inversores todavía presentan riesgos significativos y un potencial limitado en el corto plazo". Y es que las cotizadas del sector han avanzado en su proceso de saneamiento, "pero todavía presentan un endeudamiento muy elevado y el crecimiento de sus ingresos será limitado en el corto y medio plazo por la limitada demanda de vivienda y la modesta revisión al alza de las rentas por alquiler ligadas a la inflación".
Otra alternativa serían las Socimi (sociedades anónimas cotizadas de inversión el mercado inmobiliario), que presentan ventajas como su negociación en un mercado regulado, además de estar obligadas a distribuir como dividendos el 80% de los beneficios que no se reinviertan. También están exentas del pago del Impuesto de Sociedades.
Los expertos recuerdan sin embargo que el objetivo de las captaciones de capital con las salidas a Bolsa recientes es invertirlo posteriormente, "pero hasta el momento se desconoce qué activos concretos formarán parte de su cartera o van a ser adquiridos próximamente, (con la excepción de Merlin Properties, que ha adquirido una cartera de oficinas en alquiler de BBVA)".
Así, consideran que la alternativa más conveniente es la inversión directa en activos inmobiliarios residenciales. "El progresivo repunte en la rentabilidad por alquiler de la vivienda junto con la subida de precios que estimamos se producirá en los próximos años por el mayor interés de los inversores institucionales, la mejora de la situación económica y las restricciones de oferta en zonas prime de las grandes ciudades y localizaciones costeras atractivas permiten pensar que el sector inmobiliario vuelve a resultar una oportunidad de inversión interesante", explican desde Bankinter. No obstante, insisten en que "esta inversión debe ser realizada por inversores que realicen una rigurosa selección de los activos y que dispongan de un patrimonio elevado y un horizonte temporal no inferior a 5 años".