Cómo emprender sin renunciar a su puesto de trabajo

Por eso, Spotcap, la plataforma de créditos online para pymes y autónomos en España, destaca algunas de las claves para compaginar ambas tareas.

1. Considere el actual trabajo como fuente de capital inicial. La falta de dinero es el motivo principal por el que muchos emprendedores no renuncian a su trabajo, ni se dedican plenamente a su sueño emprendedor. Pero se puede mirar el lado positivo: el trabajo es la principal fuente de ingresos, y se puede utilizar también como fuente de inversión inicial. Ahorre todo lo que pueda, emplee una parte del dinero que recibe cada mes en pequeñas inversiones para su idea y guarde otra parte para futuros imprevistos. Recuerde que, hoy por hoy, su sueldo actual es su principal herramienta para conseguir el capital inicial para su negocio.

2. Cuide lo más esencial antes de lanzarse. Dado que no puede dedicarse plenamente a ello, al menos mientras mantiene su trabajo, debe dejar todos los cabos bien atados para cuando llegue el momento de dar el salto. Diseñe un plan de negocio muy completo, ya que de él dependerá en gran parte el éxito de su empresa. Realice presupuestos, estudios de mercado, proyecciones financieras y una estrategia de ventas. Recuerde planificar a largo o medio plazo, hacerlo a corto sólo puede precipitarle al fracaso si algo sale mal.

3. Déjese asesorar por los mejores. Su idea es buena, cree que funcionará y sabe cómo llevarla a cabo. Sin embargo, lo más inteligente en estos casos es acudir a mentores, personas que puedan asistirle y asesorarle sobre cómo tomar las mejores decisiones, e incluso ayudarle cuando las cosas no vayan en la buena dirección. Hágase, además, con una buena red de contactos, le ayudará a conseguir clientes, incrementar conocimientos y, en definitiva, a crecer profesional y empresarialmente.

4. Aprenda a delegar. Querer hacerlo todo usted mismo sólo entorpecerá el proceso. Además, no es que le sobre el tiempo, por eso, lo mejor que puede hacer es delegar tareas en otras personas. Busque personas de plena confianza y con las capacidades necesarias para que le ayuden. Familia, amigos o compañeros, son siempre buenas opciones en los comienzos. Esto le permitirá compaginar su empleo con su sueño de emprendedor, sin renunciar a ninguno de ellos.

5. Fije un plazo: la única diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha. Cuando tenga las líneas generales de su negocio bien definidas, cuente con la financiación necesaria y haya encontrado un nicho en el mercado donde dirigirse, ponga una fecha. Le ayudará a fijar sus metas de una manera más clara y le permitirá programar sus acciones posteriores. Será ese momento cuando realmente esté preparado y pueda permitirse el lujo de dejar su trabajo y dedicarse enteramente a su sueño de emprendedor, hasta entonces, recuerde que las facturas no se pagan solas.