"A todos nos cuesta mucho comprender cómo un ahorrador tiene que pagar por prestar su dinero, en lugar de recibir un retorno por hacerlo". Con estas palabras Mercedes Azpiroz muestra el sentir general del mercado ante el contexto actual que vive la renta fija, con un tercio de la deuda emitida en la Zona Euro […]
Dirigentes Digital
| 29 abr 2015
"A todos nos cuesta mucho comprender cómo un ahorrador tiene que pagar por prestar su dinero, en lugar de recibir un retorno por hacerlo". Con estas palabras Mercedes Azpiroz muestra el sentir general del mercado ante el contexto actual que vive la renta fija, con un tercio de la deuda emitida en la Zona Euro registrando tires negativas según los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Incluso España se ha sumado al grupo de los ‘tipos negativos’ en las últimas subastas de deuda, colocando 2.000 millones de euros a coste inferior a cero. "Al margen de cómo hemos llegado a esta situación de optimismo excesivo y tipos de interés tan bajos o incluso negativos (y si esto tiene sentido o no), lo que hay que plantearse es cómo invertir el dinero de nuestros clientes". En este escenario, desde Magallanes Value Investors apuestan por buscar "activos productivos que sean capaces de generar rendimientos estables en los próximos años".
Durante el encuentro Gestores Patrimoniales y Agentes Financieros organizado por iiRSpain en Madrid, la firma de Iván Martín explicó que para cumplir este objetivo "no hay ni que buscar mucho ni desarrollar estrategias muy complicadas", asegurando que la clave está en las empresas, ya que "al final, al margen de lo que haga la Bolsa en lo que queda de año, pensamos que la renta variable es el activo que ofrece los mejores retorno a largo plazo, con lo que lo importante es ser selectivo primero, y paciente después".
¿Cómo manejar la volatilidad?
El mismo concepto de largo plazo maneja Ricardo de los Ríos Romero, senior sales de BNP Investments Partners, añadiendo que "si queremos conseguir una rentabilidad un poco más atractiva hay que traspasar un cierto nivel de riesgo". Uno de los productos que la entidad propone para enfrentarse al actual entorno de bajos tipos de interés es el BNP Paribas L1 Multi Asset Income. Un fondo lanzado a finales de 2005 "tras descubrir en Europa interés por parte de los inversores para generar renta". Una estrategia que ahora también empieza a interesar más al inversor español.
De los Ríos explica que este fondo "se construye con un objetivo de reparto anual de renta de un 4%, algo que ha conseguido desde su inicio, incluso en 2011, un año muy difícil para los mercados financieros". Pero, ¿cómo lo hace? Según explica el experto, y coincidiendo con la opinión de Mercedes Azpiroz, a base de construir una cartera que mira siempre a largo plazo. "También hay que ser flexibles y hacer, finalmente, selección de valores, teniendo en cuenta que estos se buscan con la visión de que generen renta". Es decir, no solo se seleccionan aquellas compañías de alto dividendo, sino que se complementa la cartera con activos que aportan descorrelación, "como por ejemplo Real Estate cotizado".
La apuesta por la renta variable de ambas entidades es evidente. El problema es que, además de los tipos bajos, el mercado de acciones se enfrenta a otro serio obstáculo para ofrecer buenas rentabilidades: la volatilidad. Sin embargo, las soluciones parecen convincentes. "En Magallanes no es algo que nos preocupe, porque para nosotros es una medida estadística que nos indica cuál es el precio de un activo a lo largo del tiempo". Según explica Azpiroz, desde el punto de vista de la firma el riesgo no viene marcado tanto por la volatilidad, sino por "la pérdida de capital o por dejar pasar oportunidades de inversión". Para minimizar ese impacto los gestores de Magallanes dedican mucho tiempo al estudio de las compañías. "Las conocemos en profundidad y las acoplamos con un amplio margen de seguridad, con lo que el movimiento del precio de la renta variable es una oportunidad, porque nos permite comprar y vender a los niveles que necesitamos".
La entidad cuenta actualmente con dos fondos de inversión con los que pone en marcha esta estrategia: el Magallanes European Equity y el Magallanes Iberian Equity. "La clave es ser selectivos y ser paciente a largo plazo", insiste Azpiroz, que recuerda además que ambos productos aún no están del todo invertidos (al 70% el español y al 60% el europeo), a la espera de encontrar mejores oportunidades en el mercado.
Para combatir la posible volatilidad, BNP apuesta por un fondo de renta variable global y otro de renta variable global emergente de baja volatilidad. Basándose en una construcción de cartera "simple, sistemática, y que limite esos problemas de transacionalidad y de tracking error", la entidad ha logrado que la volatilidad en su fondo de emergentes se sitúe en el 10,56% frente al 11,51% del índice de referencia. Lo mismo ocurre con el producto de renta variable global, con una volatilidad del 7,62% frente al 8,69% del índice. "Estos productos sirven para dar estabilidad a perfiles más medianos y agresivos, incorporando un ratio sharpe (ratio que indica si un fondo se ha comportado mejor que un activo exento de riesgo (efectivo) y cuánto riesgo se ha asumido para lograrlo) muy atractivo".