Objetivo: que los mercados financieros se conviertan en un verdadero caldo de cultivo para la financiación empresarial, con un mayor peso de su tamaño en términos relativos al PIB. Los principales gestores de mercado son conscientes de la oportunidad de negocio que para ellas también se abre en un contexto en el que, pese a […]
Dirigentes Digital
| 20 oct 2014
Objetivo: que los mercados financieros se conviertan en un verdadero caldo de cultivo para la financiación empresarial, con un mayor peso de su tamaño en términos relativos al PIB. Los principales gestores de mercado son conscientes de la oportunidad de negocio que para ellas también se abre en un contexto en el que, pese a las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE), el crédito sigue sin fluir como debería.
En este contexto, la Federación Europea de Bolsas (FESE) ha hecho público un documento en el que destaca la importancia de invertir para aumentar los mercados de capitales. Según la institución, a cierre de 2013 la capitalización del mercado bursátil representaba solo el 55% del PIB de la Unión Europea, mientras que el crédito bancario al sector privado suponía el 104%, "prácticamente la situación inversa respecto a los ratios en EE UU, que se sitúan en el 136% y el 43% respectivamente".
La FESE aboga por un compromiso político firme en este mercado, y explica que un objetivo explícito (por ejemplo, que la capitalización del mercado bursátil suponga el 75% del PIB en 2025) podría ayudar a generar el impulso necesario en todo el rango de políticas necesarias para aumentar la oferta y la demanda del mercado.
"Debemos orientar más flujos de inversión hacia instrumentos cotizados evitando cualquier desincentivo fiscal y normativo, mejorar el atractivo de la cotización, enfocando la información corporativa de las empresas en objetivos claros de protección de los inversores e integridad del mercado, y desarrollar una cultura del mercado de capitales", aconsejan desde la institución.
Pérdida de confianza
Este objetivo que puede resultar un tanto idílico para algunos, tras la pérdida de confianza en el sistema financiero durante la crisis. De hecho, las cifras no acompañan al impulso que en algunos mercados europeos se han dado para facilitar el acceso de las empresas a este tipo de financiación. Sin ir más lejos, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para empresas en expansión.
El caso de Gowex fue solo la gota que colmó el vaso. Pero lo cierto es que desde su creación en 2008, este segmento de mercado ha vivido más sombras que luces, empezando por la escasa liquidez de muchas de sus cotizadas hasta el escaso número de compañías que han decidido apostar por esta vía para financiarse, en comparación con las previsiones desde su creación.
"Para recuperar esta confianza perdida, todos los segmentos de los mercados de capitales no solo deben ser equitativos y seguros, sino que deben ser percibidos de este modo", explican desde FESE, desde donde abogan además por "un entorno más neutral que permita a los fondos de pensiones invertir en capital público y en Deuda Corporativa y que conceda a los inversores un mayor control sobre sus carteras".
En el informe, los expertos destacan la capacidad de generar empleo de los mercados. Como ejemplo ponen la economía estadounidense, "que podría haber generado hasta 19 millones de puestos de trabajo más durante las últimas dos décadas si sus Ofertas Públicas de Venta (OPV) hubieran mantenido el ritmo de crecimiento del PIB". "Europa debe actuar ahora para mejorar la capacidad de sus mercados de OPVs para financiar empresas en crecimiento y dinámicas. Las limitaciones estructurales, sobre todo la desaparición de los ecosistemas locales, están frenando las OPVs de todo el mundo", aseguran. En este sentido, recuerdan que estas operaciones se han reducido hasta un tercio en la actualidad respecto al ritmo anual de la década de 1990.