Con los tipos y diferenciales de crédito en niveles tan bajos, según apuntan desde Imantia, se pedían tres requisitos a los activos de renta fija: Fuerte convicción en su valor, absoluta seguridad de la devolución del principal y niveles de duración bajos -para protegernos del movimiento alcista de tipos. Pero lo que más sorprendía, tal y […]
Dirigentes Digital
| 27 feb 2018
Con los tipos y diferenciales de crédito en niveles tan bajos, según apuntan desde Imantia, se pedían tres requisitos a los activos de renta fija: Fuerte convicción en su valor, absoluta seguridad de la devolución del principal y niveles de duración bajos -para protegernos del movimiento alcista de tipos. Pero lo que más sorprendía, tal y como explican, es que “manteníamos una fuerte posición de liquidez”, ya que teníamos la seguridad de que 2018 “nos depararía episodios de volatilidad en los que sería posible realizar inversiones en mejores condiciones que las que ese momento presentaba el mercado”. Nos adentrábamos en un mundo desconocido de normalización de tipos tras más de 6 años de intervención monetaria y “era difícil predecir cómo reaccionaría el mercado ante la paulatina subida de tipos de interés que estaban acometiendo los bancos centrales a nivel global”, añaden. El mercado no ha tardado en demostrar esta decisión. Y es que desde los mínimos de septiembre y diciembre hasta los episodios de volatilidad de las dos primeras semanas de febrero hay 50 puntos básicos de diferencia. Si sumamos los dos componentes, que son los ingredientes que forman el tipo de interés al que invertimos los gestores de renta fija, “en la segunda semana de febrero se ha podido invertir a 5 años en la zona euro un 0,84% mejor que en la mayoría de los últimos 6 meses de mercado”. En Imantia Capital a lo largo de las últimas semanas han invertido parte de su liquidez para incrementar en diez puntos nuestro nivel de inversión en activos Investment Grade, con una vida media de 4,5 años y una TIR de 1,80%, “impensable hace tan sólo un par de meses”, agregan. Los hechos han demostrado que liquidez “es un activo más de la cartera y de su buen o mal uso, como del resto de posibilidades de inversión, dependerá el buen fin del proyecto: Preservar de forma rentable el patrimonio de nuestros partícipes”.