Por el momento, diciembre no está trayendo un cierre de año tranquilo, pues las tensiones en el crudo, en Rusia y las dudas sobre la situación política griega tienen "en vilo" a los inversores y parecen incertidumbres que han llegado para quedarse, por lo que se extenderán hasta bien entrado el próximo ejercicio. Así, aunque […]
Dirigentes Digital
| 18 dic 2014
Por el momento, diciembre no está trayendo un cierre de año tranquilo, pues las tensiones en el crudo, en Rusia y las dudas sobre la situación política griega tienen "en vilo" a los inversores y parecen incertidumbres que han llegado para quedarse, por lo que se extenderán hasta bien entrado el próximo ejercicio.
Así, aunque "los fundamentales crediticios de los bancos del sur de Europa deberían estabilizarse en 2015, apoyados por una mejora de las perspectivas económicas", en opinión de la agencia de calificación Fitch. No podemos dejar de lado el hecho de que "la calidad de sus activos sigue siendo vulnerable y la gestión de la morosidad va a ser un desafío en la mayor parte de la región".
La firma considera que el entorno operativo de las entidades financieras de los países "periféricos" ha "mejorado modestamente", y recuerda que su previsión de crecimiento del PIB real para 2015 es mayor ahora que hace un año, a excepción de Italia.
Asimismo, cabe destacar que, desde diciembre de 2013, la agencia ha elevado las "notas" soberanas de España y Grecia en "un escalón"; revisando la perspectiva de Italia a negativa desde estable, y la de Portugal y Chipre a positiva desde negativa.
En este sentido, Fitch considera que la recuperación económica se está notando en la calidad de los activos. Como ejemplo señala a España, donde ya se ha comenzado a revertir "el deterioro de las tendencias en la morosidad".
La morosidad de la banca española, en el nivel más bajo desde septiembre de 2013
De hecho, según los datos provisionales publicados este jueves por el Banco de España, esta tasa bajó de nuevo en octubre hasta el 12,92%, desde el 13,02% anterior, situándose en el nivel más bajo desde septiembre de 2013.
En concreto, los créditos dudosos se situaron en 178.386 millones de euros, por debajo de los 180.517 millones previos. El supervisor explica este descenso por las ventas de carteras dudosas y las menores entradas en mora.
Al mismo tiempo, el volumen total de créditos concedidos descendió hasta los 1,380 billones de euros, desde los 1,386 millones de septiembre. El ritmo de caída es ahora del 6,03%, frente al 6,38% previo.
Miguel Antonio Marcos, analista de XTB, considera que "más reseñable que la reducción de la tasa de morosidad, que no ha sido tan significativa como puede parecer (la reducción durante el año ronda, a efectos reales, el 0,80%), nos parecen los dos grandes factores que han influido durante el año en esta variable. Por un lado, el cambio de metodología de cálculo que ha reducido la tasa alrededor de un 3% de un plumazo. Por otro, la notable cantidad de créditos especialmente susceptibles de entrar en condición de impago que se han trasladado a la Sareb o ‘banco malo’".
Rentabilidad, beneficios, créditos dudosos… en 2015
Así, de cara al medio y largo plazo, este experto cree que si realmente las políticas del BCE ayudan a la recuperación económica, en 2015 podríamos "llegar a ver que el porcentaje de créditos de dudoso pago se acerque progresivamente al 10%. Esta reducción de la morosidad no sólo pasaría por una reducción de los préstamos impagados, sino también por un incremento de los créditos concedidos a empresas y familias".
Por su parte, Fitch estima que "los coeficientes de morosidad se estabilizarán en gran parte" en el resto de la Eurozona en 2015, ayudados por un menor ritmo de formación de los préstamos problemáticos y un incremento de las recuperaciones, entre otros factores. Sin embargo, la firma matiza que el gran "stock de préstamos en mora significa que las mejoras sustanciales en la calidad de los activos probablemente tarden en materializarse".
En lo que respecta a las ganancias en 2015, la agencia cree que deberían verse beneficiadas de los menores costes de financiación, "apoyados por tasas de depósito más bajas" y un acceso más competitivo a los mercados de capital. Asimismo, los menores costes derivados del deterioro de los préstamos y los avances en la reestructuración también mejorarían los ingresos.
Aún así, la rentabilidad seguirá siendo relativamente débil para la mayor parte de los bancos, por los bajos volúmenes de préstamos, los bajos tipos de interés y unos ingresos por carry trade reducidas para algunas entidades. Finalmente, el año que viene continuará el enfoque en el fortalecimiento de los "colchones" de capital a pesar del "relativamente buen" resultado de los exámenes del BCE.