Brusa ya nacerá dentro de Telxius, la nueva compañía global creada recientemente por Telefónica para optimizar su portafolio de infraestructuras y que irá incorporando de forma progresiva algunas de éstas, incluyendo parte de su red de torres de telefonía y de cable de fibra óptica. Según ha explicado la compañía en un comunicado, con el […]
Dirigentes Digital
| 09 mar 2016
Brusa ya nacerá dentro de Telxius, la nueva compañía global creada recientemente por Telefónica para optimizar su portafolio de infraestructuras y que irá incorporando de forma progresiva algunas de éstas, incluyendo parte de su red de torres de telefonía y de cable de fibra óptica.
Según ha explicado la compañía en un comunicado, con el cable submarino pretende mejorar la fiabilidad de las comunicaciones y proveer una mayor resiliencia, mediante el aumento del número de puntos de acceso en Estados Unidos, el rendimiento general de la red global y la seguridad extremo a extremo. Brusa ofrecerá también uno de los enlaces de comunicación de menor latencia entre las dos mayores economías del continente, Brasil y Estados Unidos, y ofrecerá mayor flexibilidad y escalabilidad que otros sistemas desplegados hasta la fecha.
La tecnología puntera de Brusa proporcionará una capacidad de transmisión ultrarrápida, incrementar la conectividad de extremo a extremo y la disponibilidad de servicios de banda ancha ultrarrápidos. Con esta nueva infraestructura, Telefónica aborda el crecimiento exponencial de la transmisión de datos generados por sus clientes B2B, operadores de telecomunicaciones, compañías OTT y consumidores finales.
Recientemente, Telefónica ha reforzado sus infraestructuras en América con el despliegue del Pacific Caribbean Cable System (PCCS), un cable submarino construido en consorcio y con una capacidad de transmisión de hasta 80 Tbps, que enlaza Jacksonville (Florida, Estados Unidos) con las Islas Vírgenes Británicas, Puerto Rico, Aruba, Curacao, Colombia, Panamá y Ecuador. Telefónica también gestiona Unisur, el cable que conecta Uruguay y Argentina, así como el SAM-1, un sistema de cable submarino desplegado en 2000, y que en forma de un anillo de 25.000 kilómetros une Estados Unidos, el Caribe y Centro y Sudamérica.