Ya el 8 de julio, Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron el despliegue del Terminal de Defensa de Área de Gran Altitud (THAAD) previsto para 2017. Noticia sobre la que Corea del Norte ya mostró su desavenencia lanzando desde Pyongyang tres misiles balísticos. Este último lanzamiento se considera, igual que el primero, un alarde […]
Dirigentes Digital
| 03 ago 2016
Ya el 8 de julio, Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron el despliegue del Terminal de Defensa de Área de Gran Altitud (THAAD) previsto para 2017. Noticia sobre la que Corea del Norte ya mostró su desavenencia lanzando desde Pyongyang tres misiles balísticos.
Este último lanzamiento se considera, igual que el primero, un alarde de fuerza y una demostración de potencial militar por parte del líder norcoreano. Sin embargo, esta vez el módulo principal del misil cayó en la zona de exclusión económica de Japón, según ha confirmado un funcionario de defensa nipón.
El Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, calificó el lanzamiento como una "grave amenaza" para su país y dijo que Tokio "protestó con fuerza" ante la acción militar de Corea del Norte.
Según un comunicado del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, el misil fue lanzado a las 7:50 de la mañana (hora local de Seúl) y provenía de la provincia de Hwanghae del Sur, al suroeste de la capital, Pyongyang.
Las autoridades también han señalado que la intención del lanzamiento era "claramente atacar a países vecinos y apuntar a varios lugares de la República de Corea como puertos y pistas aéreas". Un mensaje que muestra la preocupación creciente del país más cercano a Corea del Norte.
El comunicado surcoreano se refirió sólo a un lanzamiento, aunque el Comando Estratégico de Estados Unidos dijo que detectó dos misiles, uno de los cuales explotó inmediatamente después de su despegue.
Se trata por lo tanto de otro mensaje por parte de Kim Jong-Un, líder norcoreano, en forma de despliegue militar, pero esta vez ha impactado demasiado cerca de un territorio vecino, el japonés. Por este motivo la preocupación por la posible reacción de Corea del Norte al despliegue antimisiles gestado por Estados Unidos y Corea del Sur, cada vez es mayor, debido al carácter imprevisible de Kim Jong-un.