El mercado de las criptodivisas se ha despertado este jueves con malas noticias que llegan desde Extremo Oriente y que han movido a la baja el precio del bitcóin, que se dejó la pasada jornada un 13% de su valor, alejándose de los máximos históricos marcados el 16 de diciembre, cuando cotizó por encima de […]
Dirigentes Digital
| 11 ene 2018
El mercado de las criptodivisas se ha despertado este jueves con malas noticias que llegan desde Extremo Oriente y que han movido a la baja el precio del bitcóin, que se dejó la pasada jornada un 13% de su valor, alejándose de los máximos históricos marcados el 16 de diciembre, cuando cotizó por encima de los 19.000 dólares tras revalorizarse más de un 1.500%. Por una parte, el gobierno surcoreano acaba de anunciar planes para prohibir el comercio de estas monedas virtuales. Este anuncio llega un día después de que la policía y las autoridades fiscales hayan realizado redadas contra las principales casas de cambio de criptomonedas en una operación contra el fraude fiscal. Por otra, Financial Times asegura que el gobierno chino ha puesto en marcha una nueva medida restrictiva contra el minado de bitcóin en el país, que se suma a las medidas ya anunciadas por el Banco Central de China (PBOC) para prohibir las emisiones de bitcoines a escala nacional. Ambas decisiones suponen un golpe al volátil mercado de las criptodivisas en una de las regiones fundamentales para su desarrollo, la asiática, en la que habían proliferado tanto las granjas de minería de bitcóin como las casas de cambio e inversión que ahora afrontan la amenaza de cierre gubernamental. Hasta el momento, sólo unas pocas economías asiáticas de segundo orden, como Pakistán, Bangladesh, Nepal o Kirguizistán, habían prohibido el uso de criptomonedas, mientras que un grupo creciente de países ha comenzado a poner trabas a su uso, como es el caso de Taiwán, Malasia o Indonesia, además de China. El gigante asiático busca desvincularse de este sector, tanto de su comercio, que ha sido restringido al máximo para evitar un riesgo financiero, como del minado de criptodivisa, justificando su decisión por el elevado coste energético y ambiental que suponen las granjas de ordenadores que alberga el país. De hecho, Pekín ha emplazado a las autoridades regionales a perseguir estas granjas en todo su territorio. Así, busca desviar el potencial de este sector, que produce tres de cada cuatro bitcóines que se minan en todo el mundo, para fomentar otros sectores estratégicos para su desarrollo tecnologíco. En el caso de Corea del Sur, uno de los mayores mercados de divisa virtual del mundo, su gobierno justifica el giro prohibicionista como un esfuerzo para evitar que sean utilizadas para encubrir actividades ilegales, como la evasión fiscal o el lavado de dinero negro, al tiempo que teme un estallido inminente de una burbuja en este mercado. Precisamente, este pasado miércoles una de las voces más respetadas entre los inversores, el magnate estadounidense Warren Buffett, conocido como “Oráculo de Omaha” por su anticipación a los caprichos del mercado, lanzaba una alerta acerca de un “mal final” que aguarda al actual estallido alcista de las criptomonedas.