Desde los mínimos del billete verde de finales de enero, el índice de valores estadounidenses de MSCI ha subido un 13% en moneda local, mientras que sus pares de la Zona Euro y Japón se han anotado ganancias del 9% y el 4%, respectivamente. Durante este periodo, euro y yen se han apreciado aproximadamente entre […]
Dirigentes Digital
| 09 may 2016
Desde los mínimos del billete verde de finales de enero, el índice de valores estadounidenses de MSCI ha subido un 13% en moneda local, mientras que sus pares de la Zona Euro y Japón se han anotado ganancias del 9% y el 4%, respectivamente. Durante este periodo, euro y yen se han apreciado aproximadamente entre un 4% y un 5% frente al dólar, socavando las perspectivas de sus exportadoras y reduciendo el valor en divisa doméstica de los ingresos internacionales.
Al mismo tiempo, el mismo selectivos MSCI para Reino Unido ha avanzado un 11% en libras, casi tanto como su homólogo norteamericano. La escalada de las materias primas, especialmente del petróleo, se encuentra detrás de este positivo comportamiento debido a la elevada ponderación de las compañías ligadas al sector en este mercado. Si bien, esta mejora se asienta también sobre el hecho de que su moneda no ha subido tanto frente al dólar ante los temores al Brexit (salida de Reino Unido de la Unión Europea ante el referéndum del 23 de junio).
El mercado no espera que la Reserva Federal (Fed) suba los tipos al menos hasta finales de año, pero Banco Central Europeo (BCE) y Banco de Japón (BoJ), así como Banco de Inglaterra (BoE), siguen comprometidos con sus políticas monetarias ultra-acomodaticias, y ahondan en ellas con nuevos estímulos en los dos primeros casos. Al mismo tiempo, las incertidumbres en torno al ciclo económico global, con Estados Unidos y China a la cabeza, y la inestabilidad política, no sólo en Reino Unido, sino también en España o Grecia; o las dudas que aún penden sobre las commodities, son fuente de temores en el mercado.
En este sentido, Citi se pregunta que queda del papel del dólar como moneda refugio. Es sencillo, desaparece cuando "es el propio billete verde un foco de inestabilidad. Esto es lo que nos dijeron de forma implícita el G20 de febrero. Y el mercado es muy obediente. Es más: la realidad es que en un contexto de inestabilidad y aversión al riesgo los inversores venden los activos que tienen. ¿Y quién no tiene dólares en su cartera? (…) Además, considerando que tanto la Zona Euro como Japón son exportadores de capitales tiene mucho sentido que en caso de un aumento de la inestabilidad viéramos como ambas monedas se revalorizaban".
Ahora bien, no podemos olvidar que, a pesar de todo, la economía estadounidense es más sólida que la del resto de desarrolladas, lo que deja margen, más tarde o más temprano, para subir tipos; mientras el resto de autoridades monetarias aumentan el carácter expansivo de sus políticas. Así, vuelve a preguntarse "¿es compatible esto con un dólar débil? Mejor, ¿con una mayor debilidad de la moneda norteamericana?. Con todo, ya saben que los mercados viven de expectativas. Y las divisas, de los flujos financieros y no tanto de los comerciales".
Así, desde Mizuho Securities apuntan: "El yen tiene potencial para más caídas si los miembros de la Fed mantienen su tono hawkish". Y es que este viernes, el presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, apuntó aún mantiene "expectativas razonables" de dos subidas de tipos este 2016. Por un banco central estadounidense más agresivo también apuesta Capital Economics.
"De cara al futuro, esperamos que el dólar se revalorice frente a yen, euro y libra", afirman estos expertos. Sus previsiones para finales de 2017 pasan por paridad dólar/euro (frente a los 1,14 actuales); los 130 yenes por dólar (107 ahora) y niveles de 1,30 para el dólar/libra (1,44 ahora). Esta estimación, explican, "es una razón clave por la que anticipamos que Wall Street cosechará rentabilidades inferiores a sus comparables europea y nipona en particular, sobre una base de moneda local".
La firma espera que el S&P 500 acabe el próximo ejercicio apenas un 5% por encima de sus niveles actuales, mientras que el Nikkei debería ganar cerca de un 25%.