El meteórico descenso del petróleo está arrastrando el precio de la gasolina y gasóleo. En octubre, según la Comisión Nacional del Mercado y Competencia (CNMC), la gasolina descendió un 3,4% hasta los 1,371 euros y el gasóleo, un 3% hasta los 1,29 euros el litro. Sin embargo, la caída está lejos del petróleo y de la cotización de los combustibles en los mercados internacionales donde las compañías adquieren el producto al por mayor. La referencia la gasolina 95 disminuyó un 9,1%, mientras en el caso del gasóleo A el descenso fue del 6,9%, prácticamente el doble que el precio de venta al público.
La CNMC en su informe de octubre vuelve a incidir en que los distribuidores no están trasladando las caídas al consumidor. "Es significativo que los márgenes brutos promedio que obtienen los distribuidores de gasolinas aumentaron en octubre de 2014 con respecto a septiembre, situándose en 17,9 céntimos de litro para la gasolina 95, un 5,1% más, y 17,3 céntimos de litro para el gasóleo A, un 3,4% más", subraya el informe.
En los últimos cuatro meses, que coinciden con la caída de los precios, Competencia ha resaltado en todos sus informes de esta situación. Esta situación la describe como el efecto cohete y pluma, cuando el precio del petróleo sube se traslada rápidamente al mercado, mientras cuando baja lo hace muy despacio. Esta evolución al alza de los márgenes suele producirse en un entorno de bajada de precios, señala el informe.
La patronal del sector, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), alegan que no es cierto que aprovechen el descenso del petróleo para aumentar los beneficios. Los consumidores tardan en ver las bajadas porque las provisiones con las que operan son adquiridas a precios de las semanas pasadas con los productos más caros en el mercado internacional.
Además, añaden que dentro de la formación de precios de los carburantes la materia prima solo inciden en el 35% en el caso de la gasolina y del 40% en el caso del gasóleo en el precio de venta. Según la patronal, los precios se mueven menos porque aproximadamente la mitad del precio que pagan los consumidores son impuestos por lo que son costes fijos que no dependen de las gasolineras.
Competencia ha recordado que España continuó en los puestos de precios antes de impuestos de los carburantes más elevados de la UE, si bien desciende su posición en el ranking de precios con respecto al mes anterior. Así, en el caso de la gasolina 95 fueron 2,5 céntimos superiores, pero los precios de venta al público se situaron por debajo de los de la
zona euro (-17,8 céntimos) porque la carga impositiva es inferior. En el caso del gasóleo A, los precios antes de impuestos fueron 3,5 céntimos superiores, mientras que después de impuestos resultaron 6,1 céntimos por debajo de la media de la zona euro.
Además, indica que BP continuó marcando los precios más bajos con respecto a los otros dos operadores principales en gasóleo A. Por el contrario, en el caso de la gasolina 95, BP marcó los precios más altos y Repsol, los más bajos. En septiembre de 2014 la demanda de carburantes de automoción (gasolina 95 y gasóleo A) se situó por encima (+5,4%) de la demanda del mismo mes del año 2013. Si bien desciende un 0,6% respecto a septiembre. La demanda global de productos petrolíferos aumentó en septiembre de 2014 un 1,8%.