La dependencia de la industria farmacéutica de la situación económica de los países europeos demostró ser paralizante para el sector durante la crisis de 2008 y 2009, y una vez más durante la crisis de la deuda soberana de 2011 y 2012, según apuntan desde Coface. La compañía especializada en el seguro de crédito también […]
Dirigentes Digital
| 09 dic 2014
La dependencia de la industria farmacéutica de la situación económica de los países europeos demostró ser paralizante para el sector durante la crisis de 2008 y 2009, y una vez más durante la crisis de la deuda soberana de 2011 y 2012, según apuntan desde Coface. La compañía especializada en el seguro de crédito también señala que, aunque las farmacéuticas se han visto particularmente debilitadas en estos momentos están invirtiendo en nichos especializados para salir del estancamiento.
La industria tiene futuro, pero para conseguir repuntar durante 2015 tendrá que soltar los lastres que ha venido arrastrando durante los últimos años.
La crisis económica, acelerador del cambio
"La crisis económica ha tenido un fuerte impacto negativo sobre el consumo de medicamentos en Europa, a pesar del envejecimiento de su población. De hecho, los gobiernos, principales financiadores, se han visto obligados a frenar su gasto sanitario para contener el aumento de su deuda y, por lo tanto, han limitado el reembolso de los medicamentos", destacan en Coface.
Por lo tanto, el porcentaje de PIB destinado a medicamentos cayó entre 2003 y 2011 de un 14,9% a 13,4%. Además, no hay que olvidar que "la interdependencia de los países europeos en cuanto a la fijación de precios está alimentando el efecto cascada de esta caída del gasto en salud", añaden desde la empresa francesa.
¿Repunte en las patentes?
Desde Coface destacan que la década de 1980 "fue una etapa muy exitosa para la investigación y el desarrollo de fármacos conocidos en el mercado como ‘blockbusters’. En cambio, "a principios de 2000, llegó a su fin la protección que proporcionaban las patentes a muchos de estos fármacos y desde 2010 la caída abrupta de las patentes ha acelerado su ritmo y será significativa hasta 2020, con un pico previsto entre 2014 y 2016", apunta la compañía de seguros.
Un nuevo modelo: ‘famergentes’
Para dar impulso a la industria frente al aumento de las regulaciones estatales que marcan Europa, Coface habla de que la industria tendrá que apostar por un nuevo modelo orientado a los "famergentes". El análisis de la compañía señala que "las empresas farmacéuticas tienen ahora que demostrar que, además de su eficacia terapéutica, el nuevo fármaco aporta un valor para el paciente en términos de calidad de vida. Estos obstáculos ralentizan el proceso de comercialización de los medicamentos en el mercado y son susceptibles de reducir el valor de reembolso de los productos de las empresas farmacéuticas".
Con el fin de aumentar su productividad, las empresas farmacéuticas se están reorientando hacia los países emergentes, donde el envejecimiento de la población los convierte en futuros mercados florecientes. Por su parte, las últimas políticas en materia de salud de los países recientemente industrializados están facilitando un mayor acceso a la atención sanitaria.
"Los "famergentes" (pharmerging) se están convirtiendo en el nuevo Eldorado para las empresas farmacéuticas europeas. A diferencia de los países desarrollados, la venta de medicamentos en los países emergentes debería experimentar un crecimiento anual de dos dígitos para 2017. Este potencial compensará parcialmente los efectos de los recortes presupuestarios en Europa. Los grandes grupos del sector están adquiriendo ahora en los países emergentes el crecimiento que les faltaba ", explica Khalid Aït-Yahia, economista del sector de Coface.
Otro modelo que también están adoptando las empresas farmacéuticas es el de orientar su I+D hacia mercados más pequeños, pero de mayor valor. Para la aseguradora, el nicho de las patologías más complejas se ha convertido en un reposicionamiento estratégico para el sector farmacéutico. Este desarrollo altamente específico involucra enfermedades cuyos tratamientos son muy caros y, generalmente, asumidos por los gobiernos.