Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, explica que "este movimiento bajista es el segundo más destacado desde 2010. El pánico es extremo, y se orienta a través de unos factores concretos (bajada del petróleo, sector bancario, falta de confianza en Bancos Centrales), pero sobre todo, lo que subyace es un fuerte temor a que el […]
Dirigentes Digital
| 12 feb 2016
Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, explica que "este movimiento bajista es el segundo más destacado desde 2010. El pánico es extremo, y se orienta a través de unos factores concretos (bajada del petróleo, sector bancario, falta de confianza en Bancos Centrales), pero sobre todo, lo que subyace es un fuerte temor a que el mundo se encamine hacia otra recesión en el corto plazo". A todo ello se suman las dudas sobre el margen de maniobra que tendrían los Bancos Centrales, que mantienen los tipos de interés cercanos a cero y la mayoría de ellos están inyectando estímulos.
Durante el mes de enero, el Ibex 35 cayó un 7.2%, mientras que durante esta primera quincena de febrero lo ha hecho un 11,2%, para un total de más de un 18% desde el inicio de curso. No se recordaba este nivel de sobreventa desde 2012, y en estos momentos vemos muy difícil un cambio en el sentimiento bajista que hay impreso en el mercado.
Es cierto que el sector bancario europeo se ha llevado la peor parte, cotizando ya en mínimos de 2012, "año en el que los mercados llegaron a descontar que el Euro se fragmentaría tras la necesidad de rescatar a España e Italia", recuerdan los expertos. Pero los temores van más allá de las dudas sobre que Deutsche Bank se pueda convertir en el Lehman Brothers europeo. Algo, que, de momento, los expertos no consideran posible.
Los expertos de Andbank insisten en la incongruencia que supone que, tras un 70% de caída en el petróleo en solo 18 meses, los bancos hayan caído más que las propias empresas energéticas. "¿Cómo pueden caer los bancos entre el 12% y el 18% (en USA, Japón y Europa), considerando que los grandes bancos (p.e europeos) han aumentado beneficios en un 33% promedio (ajustado por efecto de los outlayers)?", se preguntan. "¿Cómo se puede entender que Deutsche Bank, Standard Chartered o Banco Santander repitan cotizaciones del 2009 a pesar de los 7 años de incontables inyecciones recibidas por los bancos centrales?", insisten.
Dos han sido las razones fundamentales por las que se ha visto afectado el crédito de los bancos. "Por un lado, las dudas del mercado acerca de la capacidad de las entidades financieras para generar márgenes en un entorno de tipos de interés bajos e incluso negativos, y por otro lado el impacto indirecto que pueda tener en los balances de los bancos la actual situación de los precios de la energía y las materias primas", indican desde la firma.
En este sentido, recuerdan cómo algunas casas globales estiman en base a una serie de hipótesis unas pérdidas potenciales en préstamos al sector energético de $27bn para los bancos cotizados en Europa (en torno a un 6% de los beneficios antes de impuestos asumiendo un plazo de 3 años), "lo que no debería suponer un problema importante para la capitalización del sistema bancario". Sin embargo, consideran que teniendo en cuenta otro tipo de ramificaciones, como puede ser la financiación a empresas dedicadas a trading de materias primas, "la exposición podría superar los $200bn, en cuyo caso podría suponer un riesgo de cola importante para los beneficios de los bancos", aunque es muy prematuro considerar que dicho riesgo podría materializarse de forma significativa en el corto plazo.
¿Ante un nuevo crash?
El magnate George Soros era el primero en lanzar la voz de alarma al asegurar que la situación actual del mercado es similar al mercado. Pero, ¿realmente estamos ante un crash de tal magnitud? Fernando Luque, senior financial editor de Morningstar explica en un reciente análisis que el contexto global ha cambiado de forma sustancial. Y el ejemplo más claro de ello son los bancos centrales. Por no hablar del cambio de modelo económico en China o la diferencia en los precios de las materias primas actuales frente a los de hace ocho años.
A juicio del experto, "no podemos descartar otro recorte de envergadura en los mercados", y pone como ejemplo tres periodos en los que el mercado prácticamente perdió la mitad de su valor: la crisis del petróleo de principios de los 70, la crisis tecnológica de principios del 2000 y la crisis de deuda de 2008. "Si hay algo que tienen en común los tres periodos es que la Bolsa se encontraba en unos niveles de precio sobre beneficios (medidos por el PER de Shiller) por encima de la media histórica". Una situación que vuelve a repetirse hoy, aunque en niveles menos dramáticos. Menos en el sector bancario, que, tras el brutal zarpazo, cotiza ya en mínimos de 2012, año en el que los mercados llegaron a descontar que el Euro se fragmentaría tras la necesidad de rescatar a España e Italia.
Desde Banca March insisten en que insisten en que los indicadores macroeconómicos adelantados no se han deteriorado hasta el punto de mostrar un escenario de recesión a nivel global, y los datos relacionados con el consumo siguen mostrando que este sector sigue suponiendo un fuerte soporte para la economía mundial. "Además, los resultados empresariales están siendo satisfactorios, particularmente en Europa, y especialmente en aquellos sectores donde focalizamos nuestra inversión", explican.
Para los expertos de GVC Gaesco, la situación también tiene un punto de semejanza a la vivida en agosto del 2011, donde se produjeron fortísimas caídas sin ninguna causa justificante. "Fue aquel uno de los mejores momentos de compra de los últimos años. Se pudo comprar S&P 500 a 1.100, Euro Stoxx 50 a 1.950 o Ibex 35 a 6.000", recuerdan desde la firma, donde aseguran que "lo ideal es comprar cuando lo malo es sólo el sentimiento inversor y no los datos económicos. Es mucho más fácil de girar". Y es que el pánico también tiene mucho que ver en la oleada de compras, en un mercado en el que los grandes inversores preferen mantenerse al margen, reduciendo la liquidez y, por tanto, acrecentando los movimientos bajistas.
El pánico puede dar paso a una ola de ventas. Pero los expertos confían en que la corrección signifique que el mercado se esté ajustando a un escenario de menor crecimiento. Pero no como para llegar a una recesión. En un reciente análisis, JP Morgan AM realizaba un estudio sobre el mercado europeo tomando como referencia el comportamiento del índice MSCI Europa en los últimos 35 años. En el estudio, se demuestra que es normal que se produzcan correcciones todos los años, independientemente de que el ciclo sea alcista o bajista. "Es normal que los mercados vivan episodios de volatilidad, y a pesar de ella, los datos demuestran que más del 75% de los años terminan en positivo", asegura.
Según la estadística, en los años de caídas, se producían uno de estos cuatro eventos: recesión, pico de las materias primas, un ajuste agresivo de la Fed o valoraciones extremas. Y, de momento, no se cumplen las condiciones.
Aún así, la prudencia impera en las recomendaciones. Para la próxima semana, y teniendo en cuenta que vuelven a abrir los mercados chinos, los expertos de XTB siguen manteniendo su negativismo y esperan que el Ibex continúe cayendo hacia la zona comprendida entre los 7.200 ? 7.500 puntos. "Es posible que veamos un rebote hacia la zona de 8.200 puntos, pero no pensamos que tenga continuidad", indican. "Los rebotes pueden ser igual de fuertes que las caídas, pero no debemos dejarnos contagiar por un positivismo momentáneo. Esta volatilidad suele ser característica de las tendencias bajistas", advierten.