Conscientes del gran problema que tienen las entidades con la rentabilidad de sus negocios provocada por los bajos tipos de interés intentan empujar hacia una integración que facilite ganar tamaño y reducir costes con sinergias. A medio plazo la solución pasa porque las entidades menos rentables sean absorbidas por las más rentables. Y estas curiosamente […]
Dirigentes Digital
| 29 ene 2016
Conscientes del gran problema que tienen las entidades con la rentabilidad de sus negocios provocada por los bajos tipos de interés intentan empujar hacia una integración que facilite ganar tamaño y reducir costes con sinergias.
A medio plazo la solución pasa porque las entidades menos rentables sean absorbidas por las más rentables. Y estas curiosamente son las más pequeñas y las que más morosidad tienen. En este grupo se sitúan Ibercaja, Unicaja, Kutxabank, Liberbank, BMN, Abanca y Popular. La hoja de ruta pasa porque los grandes comiencen a mover ficha, es decir, Santander, BBVA y Caixabank se planteen su adquisición. Sin embargo, los grandes espadas han planteado su escepticismo a iniciar la ronda. Ana Botín manifestó el escaso interés que muestra las entidades por los bancos españoles debido a su baja rentabilidad, y ha defendido la estrategia conservadora del banco de crecer orgánicamente, debido a la "buena posición que tiene el banco en sus mercados".
El presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, ha admitido que hay insistencia, "aunque el Banco de España no ha presionado", pero ha destacado que no es "la única opción para ganar rentabilidad". Y eso que la entidad catalana ha sido uno de los principales actores de la reciente reestructuración bancaria, adquiriendo Banca Cívica y Banco de Valencia, además del negocio minorista de Barclays.
Y los jugadores medianos como Bankinter, Popular o Sabadell, que verían como el sector se reduce en contra de sus intereses dejándoles abocados a integrarse en grupos más grandes no quieren oír del asunto. La consejera delegada, María Dolores Dancausa, incidió en que "el problema de la rentabilidad no se soluciona comprando; muchas veces solo se aumenta la debilidad". Oliu, máximo dirigente de Sabadell, también se alineaba con el resto de directivos.
El más abierto a comentar el posible escenario ha sido el presidente de Popular, Ángel Ron, que ha admitido que la entidad es "objeto de deseo", pero en todo caso para liderar una integración y no como entidad absorbida. El duro castigo en bolsa y su baja capitalización han puesto al banco como carne de rumores para ser adquirido. Pero ha matizado que el proceso de integración no espera que se desencadene hasta pasado 2016.