Es la iliquidez, la escasa profundidad del mercado, las correlaciones entre activos y entre mercados, los riesgos sistémicos… al final, los mercados financieros han sido un elemento integrador en el pasado. Y pueden ser ahora un factor desestabilizador mundial. Pero, al margen de los mercados financieros, lo realmente inquietante es la propia convergencia ahora de […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Es la iliquidez, la escasa profundidad del mercado, las correlaciones entre activos y entre mercados, los riesgos sistémicos… al final, los mercados financieros han sido un elemento integrador en el pasado.
Y pueden ser ahora un factor desestabilizador mundial.
Pero, al margen de los mercados financieros, lo realmente inquietante es la propia convergencia ahora de los ciclos económicos.
En la primera parte de la crisis mundial (lo fue realmente) las economías emergentes llegaron a actuar como amortiguadores de la recesión que sufrieron las economías desarrolladas. Es más, llegaron a explicar el 80% del crecimiento mundial.
Ahora, simplemente, no está nada claro que las economías desarrolladas sean las que amortigüen la desaceleración de las economías emergentes. Y los propios mercados financieros están favoreciendo esta conclusión.
La Gran Recesión conllevó el mayor deterioro económico mundial desde los años 60.
Y en los últimos cincuenta años se han producido hasta cuatro grandes recesiones mundiales.
¿Qué es una recesión mundial? El FMI la define como la contracción del PIB per cápita.
Pero, para que exista una recesión mundial, se debe materializar en una caída amplia y sincronizada de diferentes medidas de la actividad económica: producción industrial, comercio, flujos de capital, empleo y el consumo de energía a nivel mundial.
En 2009 el PIB per cápita se contrajo un 1,8%, cuando en las recesiones mundiales anteriores la caída había sido en promedio del 0,7%. Y el resto de los indicadores a los que me refería anteriormente se derrumbaron.
Pero, como decía al principio, quizás uno de los factores más llamativos de la Gran Recesión fue su sincronización a nivel mundial. Cuando todos los países casi sin excepción entran en recesión de forma simultánea, las caídas son más profundas y difíciles de superar. Recuerden que la salida de las fases bajistas del ciclo económico descansan en teoría en monedas depreciadas y en la mejora de la demanda exterior.
Por último, las recesiones acompañadas de incertidumbres en política económica suelen ser más profundas y complejas.
¿Qué lecciones se pueden extraer de las recesiones mundiales?
1. Es fundamental utilizar al límite los márgenes de política económica.
2. Es fundamental utilizar las políticas de estabilidad macroeconómica, conscientes de los riesgos de la aplicación de las políticas económicas al límite.
3. Es importante tener una estrategia de crecimiento a medio plazo equilibrada.
4. Es importante coordinar las políticas económicas a nivel mundial.
¿En qué situación nos encontramos ahora? El FMI espera que el crecimiento se mantenga este año.
Pero, de forma paralela, reconoce que en general no somos buenos en prever las recesiones mundiales.
José Luis Martínez Campuzano es estratega de Citi en España.