Un "giro" en el "ladrillo" en 2014-2015, tras cerca de siete años de caída de los precios que ha supuesto una contracción de entre el 35% y el 40%, "estaría en línea con nuestras expectativas de largo plazo", afirma la agencia de calificación crediticia Fitch. En opinión de la firma, la mejora del crédito, su […]
Dirigentes Digital
| 24 mar 2015
Un "giro" en el "ladrillo" en 2014-2015, tras cerca de siete años de caída de los precios que ha supuesto una contracción de entre el 35% y el 40%, "estaría en línea con nuestras expectativas de largo plazo", afirma la agencia de calificación crediticia Fitch.
En opinión de la firma, la mejora del crédito, su regreso a la economía, será uno de los principales apoyos del mercado inmobiliario (los nuevos préstamos hipotecarios a cierre del año pasado eran un 33,8% superiores a 2013). Sin embargo, "los débiles fundamentales, especialmente en algunas regiones, derivarán en una recuperación de los precios lenta".
La economía española "seguirá recuperándose y prevemos que el PIB repunte un 2% en 2015 y un 2,3% en 2016 (…) pero la combinación del elevado desempleo (23,4%; con el paro de larga duración como principal problema) y del exceso de oferta (por las viviendas nuevas que no se vendieron en 2006-2007) impedirán un rápido rebote de los precios".
El año pasado las ventas de propiedades ascendieron un 19,6% de acuerdo con la Asociación Española de Notarios, pero las 366.000 unidades vendidas siguen siendo menos de la mitad de las operaciones registradas en 2007. Fitch espera que se alcancen las 400.000 en 2015, "erosionando pero no eliminado" el exceso de propiedades del país.
Por otra parte, augura una recuperación de "dos velocidades": más lenta en las regiones costeras o en las afueras de las grandes ciudades con enormes stocks de viviendas. "Los precios se estancarán en dichas zonas" y en la "playa" se verán obligados a hacer grandes descuentos. Mientras que las áreas principales de las mayores urbes, como Madrid o Barcelona, probablemente "experimenten una aceleración en el crecimiento de los precios".
En cualquier caso, la agencia no espera un "rápido rebote de los precios a nivel nacional, sino una lenta recuperación", con las valoraciones nominales en su mayor parte débiles en 2015 antes de empezar a subir el siguiente.
Recordemos que los analistas de Standard & Poor’s (S&P) consideran que algunos mercados inmobiliarios europeos seguirán cayendo este año en medio de una economía débil y de unas condiciones de préstamo estrictas. De hecho, estos expertos apuntan a que el crecimiento no llegará al sector residencial español hasta 2016, cuando calculan que los precios repunten un 2%.
La "fortaleza" de España
La Comisión Europea ha reconocido que la recuperación de España es "más fuerte", pero considera que siguen siendo necesarios más ajustes. Con todo, ha destacado que la reestructuración del sector bancario, especialmente los rescatados, progresa adecuadamente.
Positivas consideraciones que se suman a la perspectiva positiva, por ejemplo, que tiene Moody’s sobre la economía patria, o al optimismo mostrado por S&P desde el punto de vista de la macroeonomía interna…
"Al final, lo cierto es que la fuerte recuperación de la economía española ha significado un giro de 180 grados en la apreciación del mercado, analistas y autoridades de la situación financiera. Y el dinero es mucho, aunque con el tiempo llegamos a la conclusión de que no lo es todo", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Añade este experto que "la economía española probablemente mantendrá en estos dos próximos años un crecimiento promedio del 2,5%, liderado por una combinación de demanda interna al alza y mejora de la posición exterior. Renovación de amortizaciones, recuperación lenta de la construcción y mejora del sector exterior por la caída del euro; naturalmente, la caída del precio del crudo y mejora en la financiación serán determinantes para la recuperación de la inversión y el consumo".
Ahora bien, advierte, "es relevante que consideremos una parte de esta mejora no extrapolable al futuro. Y me refiero a que las condiciones extremas restrictivas tres años atrás han dado lugar a unas condiciones difícilmente mejorables. En el caso del euro, los fundamentos no justifican una caída como la actual, aunque a corto plazo (y pienso en un año) probablemente lo veremos incluso más bajo. Y es claro que el precio del crudo baja y sube. Todo ello cuando probablemente en estos dos años veremos cómo se cierra el output-gap, lo que debería traducirse en un menor dinamismo a futuro si no hay una mejora clara en la inversión productiva. Conceptos como productividad, competitividad interna, desapalancamiento volverán a ser la clave para una recuperación sostenida del crecimiento. Tenemos dos años para propiciarlo".