La mayoría de las entidades españolas cobran hasta tres veces por cada uno de estos descuidos. Para empezar, nos cobrarán entre 25 y 45 euros en concepto de "reclamación por posiciones deudoras", esto es, llamarnos por teléfono o comunicarnos por escrito el hecho de que estamos en descubierto. Para continuar, existe la comisión por descubierto, […]
Dirigentes Digital
| 28 mar 2015
La mayoría de las entidades españolas cobran hasta tres veces por cada uno de estos descuidos. Para empezar, nos cobrarán entre 25 y 45 euros en concepto de "reclamación por posiciones deudoras", esto es, llamarnos por teléfono o comunicarnos por escrito el hecho de que estamos en descubierto.
Para continuar, existe la comisión por descubierto, es decir, por haber contraído una deuda con el banco. Esta comisión suele aplicarse sobre el mayor saldo deudor y se calcula a partir de un tanto por ciento que fija cada entidad y que suele rondar alrededor del 4,50%. Además, suelen establecer una cantidad mínima de aproximadamente 15 euros.
Y por último, la mayoría de entidades nos aplicarán el interés por descubierto que se sitúa en torno al 9,5 %. Así, atendiendo a las cifras medias anteriores, para un descubierto de 100 euros durante 10 días pagaríamos: 35 + 15 + (100 x 9,5 % /360 x 10) = 50,27 euros.
¿Cómo esquivar estas comisiones?
Existen varias maneras y la primera es elegir bien el banco. Los online, por ejemplo, suelen eliminar entre una y dos de las tres recargas y aplicar menores porcentajes. Así, EVO Banco no cobra ninguna de las dos comisiones, sino solo el interés, e ING y Openbank cobran la reclamación y el interés pero no la comisión del descubierto, por poner solo algunos ejemplos.
Además de los online, existen muchos bancos tradicionales que cubren descubiertos en cuenta de sus clientes sin ningún coste, para evitar por ejemplo que les sean devueltas las facturas. Eso sí, suelen hacerlo con clientes con nómina y cierta antigüedad, y la cobertura tiene un límite (por ejemplo, 200 euros). A veces este servicio se encuentra entre las ventajas ofertadas a priori con la cuenta, y otras veces se trata de un acuerdo verbal entre el banco y un cliente habitual.
Además, si analizamos los recargos que nos pueden ser aplicados, veremos que la clave está en las dos primeras cifras de la fórmula, es decir, las dos comisiones (de reclamación y descubierto) que en la mayoría de los casos alcanzan los 50 euros nada más llegar al "rojo". Mucho menos impactante será si el descubierto es de 20 o de 200, o si este se mantiene 3 o 30 días. Para demostrarlo sigamos con el ejemplo anterior: para un descubierto de 200 euros durante 10 días pagaríamos 35 + 15 + (200 x 9,5 % /360 x 10) = 55,55 euros (solo 5 euros más por 100 euros más que antes), y para un descubierto de 100 euros durante 30 días pagaríamos: 35 + 15 + (100 x 9,5 % /360 x 30) = 58,33 euros (solo 8 euros más por 20 días más).
Queda entonces demostrado que el mayor "palo" llega al principio y eso es lo que debemos evitar eligiendo un banco online con menos comisiones por descubierto (es posible consultarlas en el tablón de anuncios de cada entidad, incluso antes de ser cliente) o llegando a un acuerdo previo con el banco. Negociar será más fácil si: hemos prevenido a la oficina con tiempo de un puntual descubierto o de una situación breve que puede repetirse en el tiempo, aportamos ingresos regulares, tenemos buena vinculación con la entidad y/o contamos con algunos meses de antigüedad en la oficina bancaria. Si el banco conoce nuestra capacidad y regularidad de ingresos, podremos optar a servicios gratis que nos evitarán estos costes, como los anticipos de nómina o la atención a descubiertos a interés cero.