Pese a la alegría de Pablo Iglesias por llevar el "amor" al congreso, este viernes no ha sido un día precisamente feliz para el candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez. El Congreso ha rechazado su investidura por 219 votos en contra frente a 131 a favor. Como se esperaba, tanto PP como Podemos […]
Dirigentes Digital
| 04 mar 2016
Pese a la alegría de Pablo Iglesias por llevar el "amor" al congreso, este viernes no ha sido un día precisamente feliz para el candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez. El Congreso ha rechazado su investidura por 219 votos en contra frente a 131 a favor. Como se esperaba, tanto PP como Podemos han votado ‘no’, pese a la petición explicita que les había hecho Albert Rivera en su intervención para que ambos grupos se abstuvieran.
Mariano Rajoy ha dejado claro desde el comienzo de su discurso que su grupo votaría no a la investidura, por lo que el resultado fue el esperado desde primera hora de la tarde. El portavoz de los populares señaló que nada de lo que explica Sánchez guarda relación con lo que España se merece y necesita. Para Rajoy, el candidato a presidente es una farsa, ya que no cuenta con los apoyos suficientes, y lo que está haciendo es hacerles perder el tiempo. Por su parte, Pablo Iglesias, que comenzó su discurso con un tono cómico, volvió a tender la mano a Pedro Sánchez, " a partir de esta noche nos podemos poner a trabajar para que haya un gobierno a la valenciana" ha dicho Iglesias, que ha añadido: "Pongámonos a trabajar". Ahora, la ‘pelota’ está en el tejado de Sánchez ya que como ha reiterado en varias ocasiones, el PSOE (y sus votos) es imprescindible para cualquier pacto de Gobierno. Corre por tanto de cargo de los socialistas ‘girar sus miras’ hacia la izquierda (Podemos, IU), o apoyar un posible gobierno de Mariano Rajoy.
Nunca antes en la historia democrática se ha necesitado más de una investidura para conformar Gobierno. Con el 3 de mayo como fecha límite, ahora se abre un territorio inexplorado que no está muy bien descrito por la Constitución. "Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores", reza el artículo 99 de la Carta Magna para referirse a que el Rey de nuevo abrirá una nueva ronda de contactos con los grupos parlamentarios, pero la ley no obliga a hacerlo. Deja abierta la posibilidad de que Felipe VI no tome la iniciativa hasta que no despeje el panorama político. Puede esperar a que alguno de los candidatos se vea con posibilidades de formar Gobierno.
Tampoco queda limitada el número de sesiones investiduras que se pueden celebrar dentro del plazo de dos meses desde la primera. Rajoy ya ha anunciado que someterá su candidatura a una investidura cuando fracase Sánchez, pero no está claro que sea de manera inmediata. El popular ya declinó la propuesta del Rey argumentado que no reunía los apoyos suficientes, algo que todavía se mantiene.
Por su parte, Podemos, una de las piezas clave para hacer a Pedro Sánchez presidente ya ha afirmado que una vez fracasada la investidura, tienden la mano de nuevo al socialista para reunirse y poder conseguir un gran pacto de formaciones de izquierdas que le haga presidente.
El Rey Felipe VI ha convocado el lunes una reunión con el presidente de la Cámara, Patxi López, para abordar el nuevo escenario
