Superada la soporífera sesión de ayer con la intervención del aspirante a presidente, Pedro Sánchez, hoy ha estado mucho más animada. El fuego lo ha abierto Rajoy con un discurso lleno de ironía y de ataques al candidato socialista. Eso sí a su manera y con retranca gallega. Ha descrito el intento socialista como un bluf, pantomima, teatro, vodevil y de farsa. "Su negociación ha sido un rigodón con cambio de parejas: ha consumido el mes repartiendo promesas y esperanzas con las manos vacías", le ha dicho.
Sánchez le ha respondido que es un tapón en la regeneración democrática. Y le ha recordado que se enteraron por la radio que "tenía la agenda libre", aludiendo a la broma radiofónica que sufrió el presidente en funciones con un imitador del presidente de la Generalitat.
Pero la gran traca la ha protagonizado Pablo Iglesias. Ha aludido a Ciudadanos como la "
naranja mecánica", al PP como el partido de la Corrupción, y al PSOE le ha advertido que puede perder de sus siglas la S y la O. Pero donde se ha pasado ha sido cuando ha dicho que el pasado de
Felipe González está manchado de cal viva, en referencia al GAL.
Otro de los ataques a los socialistas ha sido por el pacto con Ciudadanos, recordando que lo defiende Alejo Vidal-Quadras, "que es más de derechas que Millán Astray", el fundador de la legión. Y de paso ha repartido a Ciudadanos: "ha sido citar a Millán Astray y Girauta se ha puesto nervioso", en referencia al número dos de Ciudadanos.
Iglesias ha sido una metralleta. Ha reconocido su admiración por Rivera, pero le ha relacionado con Maquiavelo y su obra El Príncipe, "la única ideología que compartes es la del poder". Pablo Iglesias ha sido víctima de ataques por su defensa de Arnaldo Otegi como preso político. Sánchez le ha indicado que en "España no hay presos políticos", "Con mucho respeto, el próximo lunes se cumplen ocho años del asesinato de Isaías Carrasco, por aquellos que usted dijo ayer que eran presos políticos". Rivera ha sido más irónico al decirle: "no sé si el señor Iglesias va a dar el ministerio del Interior a Otegi, yo no quiero estar en un Gobierno como ese".
Los lingotes del PP
El líder de Ciudadanos ha tenido una intervención de guante blanco pero no se ha mordido la lengua. Uno de los momentos más cómicos ha sido cuando ha comenzado hablar de corrupción y no se encontraba en la Cámara Mariano Rajoy. Rivera le ha afeado la conducta y le ha puesto al día. "Si España tiene que impulsar un pacto contra la corrupción, ¿lo va a impulsar el señor Rajoy, alguien se lo va a creer? No puede hacerlo porque no ha limpiado ni su casa", justo cuando Rajoy había vuelto a sentarse en su escaño. Momentos antes se preguntaba cómo era posible que un partido se dedicara a blanquear dinero con lingotes de oro apelando al portavoz del PP, Rafael Hernando.