A partir de 2009, se puede comenzar hablar de liberalización del mercado eléctrico, donde el cliente puede elegir a su comercializadora de la luz. Se suponía las fuerzas del mercado, iban a obligar a las compañías eléctricas a lanzar ofertas atractivas que iban a reducir el recibo a final de mes. La realidad es que el precio de la luz no ha parado de subir, desde hace cinco años se ha incrementado un 70%, todavía se está generando un déficit de tarifa millonario que se pagará a futuro y para los consumidores la tarifa regulada suele ser la más barata. Sin embargo, el número de clientes en el mercado liberalizado no para de crecer exponencialmente.
Hace cinco años más de 20 millones de consumidores estaban acogidos a la tarifa regulada controlada por el Gobierno. Los últimos datos de la CNMC indican que en febrero no alcanzaban los 15 millones. Un trasvase que se explica ante la falta de atractivo de las tarifas libres por las agresivas estrategias comerciales de las compañías eléctricas. Las reclamaciones contra las comercializadoras se están disparando en los últimos años, según la asociación de consumidores FACUA.
Es el tercer sector del que más quejas reciben por detrás de telecos y bancos, y cada vez aumenta el porcentaje de denuncias que gestionan. Las compañías de electricidad y gas alcanzaron el 11,2%, otro máximo histórico tras el 8,9% que provocaron en 2012, cuando se situaron por primera vez en la tercera posición del ranking.
"Los fraudes en las ofertas de electricidad en el mercado libre continúan creciendo. Mediante campañas publicitarias engañosas y visitas de comerciales a puerta fría, las grandes eléctricas anuncian descuentos que en realidad hinchan las facturas de los usuarios", explican desde Facua.
Una situación que vienen denunciando desde hace meses por la falta de competitividad en las ofertas de las comercializadoras. En el mejor de los casos apenas mejoran la tarifa regulada. Las compañías suelen utilizar descuentos ganchos vinculados a la contratación de otros servicios o desaparecen al cabo de unos meses.
Los descuentos no se suelen aplicar al total de la factura, sólo a la parte de la potencia contratada, con lo que la rebaja del precio es insignificante. Pasado el periodo de promoción el recibo final de la luz suele superar la tarifa regulada.
Hasta la CNMC ha alertado a los consumidores sobre abandonar el actual PVPC, las siglas que se utilizan para denominar a los precios regulados, pidiendo prudencia y tomarse su tiempo para analizar las ofertas.