La hoja de servicios de Abengoa está inmaculada en documentos oficiales hasta el pasado 13 de noviembre, cuando Deloitte de manera excepcional, dentro de las últimas cuentas trimestrales de la compañía, alertó "sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento" y enumera factores de riesgo sobre la compañía como que alientan […]
Dirigentes Digital
| 03 dic 2015
La hoja de servicios de Abengoa está inmaculada en documentos oficiales hasta el pasado 13 de noviembre, cuando Deloitte de manera excepcional, dentro de las últimas cuentas trimestrales de la compañía, alertó "sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento" y enumera factores de riesgo sobre la compañía como que alientan los resultados negativos de las operaciones hasta el 30 de septiembre, la evolución negativa del valor en Bolsa, y problemas para acceder tanto a los mercados de deuda como a las renovaciones de algunas líneas de circulante".
Pero hasta la fecha el auditor que lleva chequeando las cuentas desde 2013 no puso ni una objeción a las cuentas de la compañía ni a los riesgos de sus estados financieros. Pese a que a finales de 2014 tuvo que reconocer como deuda principal la emisión de unos bonos high yield de unas de sus filiales. El "malentendido", palabras de la compañía en un hecho relevante en inglés a la CNMV, sobre el cálculo de la deuda corporativo produjo que la compañía admitiera 1.592 millones de deuda adicional y ocasionó fuertes caídas en bolsa obligando a Abengoa a lanzar una recompra de deuda para calmar a los inversores que habían comenzado a dudar de la solvencia de la compañía.
Al cierre del ejercicio, el auditor que ha ingresado por su actividad 2,9 millones, declaró limpias las cuentas de la compañía y declaró que las cuentas reflejaba el estado fiel de la empresa a 31 de diciembre de 2014.
La CNMV en todo este tiempo no ha emitido ni requerido ninguna información al respecto. Solo requirió información adicional a Abengoa sobre las cuentas anuales pasados unos meses y respecto a la desinversión ejecutada en Abegoa Yield.
El supervisor plantea siete requerimientos técnicos sobre sus estados contables, que fueron contestados el pasado 6 de julio. Cuatro sobre la reducción de capital en el accionariado de su filial. El resto hace referencia sobre los rendimientos de futuros de activos con alto potencial de crecimiento, a una emisión de warrants en 2011 y sobre el entramado de filiales.
Tanto el supervisor como el auditor ya han estado en el ojo del huracán en la salida a bolsa de Bankia. Deloitte no puso ninguna pega a las cuentas presentadas en la operación ni tampoco la CNMV en la aprobación del folleto informativo.