Dependencia de los bancos centrales

Tras varios días de descensos, en los que los principales índices bursátiles europeos han perdido gran parte de lo ganado durante el último mes y medio, ayer éstos fueron capaces de cerrar en positivo tras una sesión de continuas idas y venidas, que fue de menos a más. Así, y tras llegara a tocar por la mañana sus niveles mínimos de las últimas seis semanas, los índices europeos fueron, poco a poco, recuperando terreno, apoyados en un mejor comportamiento del precio del crudo y en la positiva apertura de Wall Street. En este último mercado, la batería de cifras macro que se publicó fue clave para que sus índices cerraran el día con fuertes ganancias, ya que tanto la producción industrial como las ventas minoristas de julio estuvieron muy por debajo de lo esperado por los analistas. También los precios industriales mantuvieron en el mismo mes un comportamiento más moderado de lo en principio estimado por los expertos. Los inversores vieron en ello la constatación de que la economía estadounidense no está lo suficientemente fuerte como para que la Reserva Federal (Fed) suba sus tipos de interés de referencia en la reunión que mantendrá su Comité de Mercado Abierto (FOMC) la próxima semana (a probabilidad de los haga en septiembre bajó ayer hasta el 12% tras la publicación de las mencionadas cifras). Nuevamente las “malas noticias” sirven para animar a unos inversores que siguen muy dependientes de las políticas de bajos tipos de los bancos centrales. En este sentido, señalar que ayer el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) optó, como era lo esperado, por no actuar, dejando sus tipos de interés de referencia en el 0,25% y su programa de compra de activos en £ 435.000 millones. No obstante, y a la espera de ver cómo evoluciona en los próximos meses la economía del Reino Unido tras el Brexit, el BoE dejó abierta la puerta a nuevas bajadas de tipos, hecho que también sirvió para animar a los inversores en los mercados europeos, que ven en la posible actuación de la máxima autoridad monetaria británica un anticipo de lo que puede volver a hacer el BCE. Señalar, por último, que ayer en Wall Street la multinacional Apple volvió a ser “la estrella”, arrastrando tras de sí a todas las compañías de componentes que trabajan para ella. La noticia de que las preventas del nuevo iPhone 7 han dejado sin existencias a la compañía ha sido muy bien recibida por los inversores, que llevan tres días tomando posiciones en el valor con mucha fuerza. La revalorización de Apple permitió nuevamente ayer que el sector tecnológico tuviera el mejor comportamiento relativo durante la jornada. Hoy la sesión vendrá marcada por ser día de cuádruple vencimiento de los contratos de derivados en los mercados europeos y estadounidenses, lo que siempre conlleva un incremento de la volatilidad, condicionando mucho el comportamiento del mercado de contado. Por lo demás, señalar que durante la jornada se publicará en Estados Unidos el IPC del mes de agosto y la lectura preliminar del índice de sentimiento de los consumidores. Habrá que ver si este último indicador adelantado de consumo privado se ve o no afectado por la incertidumbre que comienzan a generar las elecciones presidenciales estadounidenses, con ambos candidatos muy cerca en las encuestas, incluso en importantes estados en los que tradicionalmente se deciden los comicios, lo que abre las puertas a que cualquiera de los dos pueda hacerse con la victoria, algo que hasta hace muy poco era inconcebible por la amplia ventaja con la que contaba la candidata demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton. Así, el “factor elecciones” creemos que va a convertirse en una fuente importante de incertidumbre en las próximas semanas, y en un generador de tensión para los mercados financieros mundiales. Para empezar, esperamos una apertura plana en las Bolsas europeas, que hoy se moverán al son que marquen los futuros de sus principales índices. Link Securities.