La integración europea sufrió un duro golpe tras la decisión de uno de sus socios fundadores de abandonar la Unión, materializada en el referéndum británico del pasado 23 de junio. Sin embargo, este hecho no es aislado, ya que el nacionalismo ha logrado concentrar la indignación ciudadana tras la crisis económica y los recortes. Este […]
Dirigentes Digital
| 22 abr 2017
La integración europea sufrió un duro golpe tras la decisión de uno de sus socios fundadores de abandonar la Unión, materializada en el referéndum británico del pasado 23 de junio. Sin embargo, este hecho no es aislado, ya que el nacionalismo ha logrado concentrar la indignación ciudadana tras la crisis económica y los recortes. Este fenómeno explica el auge de los partidos antieuropeístas en los últimos años y su rápido ascenso electoral en algunos estados miembros. Estas corrientes han adquirido mayor relevancia en 2017, año en el que Francia, Holanda, Alemania e Italia se enfrentan a las urnas. Francia es un ejemplo paradigmático de hacia dónde podría ir la Unión Europea en las próximas décadas. El gradual ascenso del nacionalismo, los recientes ataques terroristas, la crisis migratoria de los refugiados y la ralentización económica generalizada han provocado un debate interno sobre las ventajas de su permanencia en el mercado común. En este contexto, el think tank europeo Bruegel ha realizado un estudio sobre los mitos y verdades que rodean al nuevo “Frexit”. 1. EL DÉFICIT DE LA BALANZA COMERCIAL Los defensores de “Frexit” sostienen que la salida del mercado común impulsará la competitividad de las exportaciones nacionales y solucionará dos problemas estructurales: el déficit comercial y la pérdida de cuota de mercado de los productos franceses frente a vecinos como Alemania. La salida del euro y la adopción de una divisa propia permitirían en un principio bajar los precios y ganar en competitividad respecto al resto de estados europeos. La existencia de tipos de cambio flexibles es la herramienta más directa para depreciar la moneda propia y reequilibrar la balanza comercial. Sin embargo, esta media podría volverse en su contra a largo plazo, ya que paralelamente la inflación tendría que contenerse para evitar los efectos secundarios de una subida generalizada en los salarios y en otros precios que terminaría por comerse los beneficios. 2. UNA POLÍTICA MONETARIA ADAPTADA Otra de las ventajas que defienden los partidarios de la ruptura es la posibilidad de adecuar la política monetaria a las necesidades de la economía francesa y no a la media de la Eurozona. Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de abril